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El clima de enfrentamiento y violencia volvió a repetirse en Rentería, durante la celebración de un pleno municipal

El clima de enfrentamiento y violencia volvió a reproducirse ayer en Rentería tras el pleno municipal extraordinario convocado por los concejales del PNV, Herri Batasuna y Euskadiko Ezkerra para plantear la dimisión del alcalde, José María Gurruchaga, al que responsabilizan de los sucesos que tuvieron lugar hace ya semanas en esta localidad.

El ayuntamiento fue apedreado cuando en su interior permanecían únicamente el alcalde, los concejales socialistas y más de un centenar de militantes de éste mismo partido que acudieron a Rentería para proteger de una eventual agresión a José María Gurruchaga. El vicepresidente del Parlamento vasco José Antonio Maturana fue herido en un pómulo a resultas de una pedrada, a igual que la concejala socialista de Rentería Mar¡ Carmen Ruíz.Los corporativos del PNV, EE y HB, autores de la moción de censura al alcalde abandonaron el salón de pleno poco después de iniciarse la sesión alegando la presencia de efectivos policiales en las calles próximas al ayuntamiento y la falta de condiciones que posibilitaran el debate, en clara alusión a los militantes socialistas que ocupaban gran parte de la sala, repleta de público desde las 18,30 horas en que se abrieron las puertas de la Casa Consistorial.

La moción que solicitaba la dimisión de José María Gurruchaga fue rechazada con los votos del propio alcalde y los seis concejales socialistas presentes y ante la ausencia de los cinco corporativos de Herri Batasuna, los cuatro del PNV y los tres de Euskadiko Ezkerra. El pleno extraordinario se limitó pues' a la lectura de un extenso comunicado elaborado por el grupo de concejales socialistas y a algunas interpelaciones de personas del público que no admitían la versión del alcalde sobre la conducta de su grupo y de él mismo en los pasados sucesos.

Dos centenares de personas permanecieron a lo largo de la sesión fuera del ayuntamiento gritando consignas contra los socialistas, el alcalde y la policía, Consignas como: "PSOE, policía, la misma porquería", "Txakurrak kampora" (perros fuera), y otros de: "Askatasuna" (libertad) é "Ikurriña bai, española ez" (sí a la bandera vasca, no a la española).

Gritos a favor de ETA

Los incidentes tuvieron lugar, sin embargo, durante el pleno ordinario que siguió al solicitado para exigir la dimisión del alcalde. El grupo de personas que había permanecido fuera, ante la imposibilidad de penetrar en el salón ocupado abrumadoramente por los socialistas, inició una breve manifestación para volver minutos después al ayuntamiento donde fueron disueltos después de gritar numerosas consignas, y entre ellas, "Gora ETA militar" (viva ETA militar). Tras la primera carga policial los manifestantes apedrearon el ayuntamiento y la sesión ordinaria hubo de ser suspendida después de que se abordaran los primeros puntos del orden del día, algunos de los cuales no pudieron ser siquiera discutidos al faltar el quorum necesario. Veinte minutos más tarde, el alcalde, los concejales, militantes socialistas y los informadores abandonaron el ayuntamiento, custodiado nuevamente por efectivos policiales. Desde:las esquinas grupos de jóvenes insultaban y arrojaban piedras y otros objetos a la policía.

En el comunicado leído por el grupo de concejales socialistas después de que el resto de la corporación abandonara el pleno, se afirma que el alcalde fue elegido con el 41% de los votos emitidos por la población de Rentería "y no con el apoyo de la familia nacionalista". Responsábilizan a Herri Batasuna de los sucesos pasados y piden la dimisión de sus corporativos a uno de los cuales acusan d e haber instigado y participado directamente en las agresiones sufridas días atrás por los militantes socialistas de Rentería. El resto del comunicado va dirigido a explícar la conducta del alcalde negando que fuera imposible comunicarse con él y desmintiendo que hubiera entregado las llaves del ayuntamiento a la policía tal y como haüafirmado otros grupos.

La intervención de José María Gurruchaga fue interrumpida por algunas personas del público que no aceptaron su relato por considerarlo falso y parcial.

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