Medidas urgentes en Castellón contra la sequía

Las comarcas de Castellón continúan padeciendo una sequía constante que ha obligado a la adopción de una serie de medidas entre Diputación Provincia¡, Ejército y Gobierno Civil para actuar de inmediato sobre aquellas poblaciones en las que la falta de agua alcanza caracteres más dramáticos. El ejemplo más representativo de esta situación se encuentra en la Pobla de Benifassa, una localidad de apenas 240 habitantes, que ve duplicada su población. Y por ello su problemática en estos meses de verano.Días, atrás, el alcalde de la Pobla, José Ramón Royo, se entrevistó con el presidente de la Diputación, Francisco Solsona Garbi, para exponerle la crítica situación de sus vecinos. Durante las últimas semanas, según explicó a EL PAÍS el propio alcalde, en la Pobla únicamente se cuenta con cinco horas de agua cada veinte días.

"Así es, estamos dando agua cada veinte días y durante cinco horas en las que los habitantes reciben quinientos litros, lo cual es insuficiente para el ritmo de vida que actualmente se lleva en una población".

En estos momentos, el manantial que suministra agua a la Pobla de Benifass, únicamente aporta un caudal de tres litros por minuto. Haría falta el doble de agua, como mínimo, para estabilizar la situación. Tras su entrevista con el presidente de la Diputación, éste se comprometió a enviar semanalmente el camión cisterna con capacidad de 10.000 litros, que la Corporación adquirió tras su último pleno ordinario.

Al margen de la situación concreta de la Pobla de Benifassa, la sequía es noticia también en las provincias de Castellón, por el acuerdo que días atrás suscribieron el gobernador civil de Castellón y el capitán general de la III Región Militar, mediante el cual tres aljibes del Ejército abastecerán de agua a la docena larga de pueblos de estas comarcas más afectados por la sequía. El acuerdo tenía que entrar ayer en vigor.

Finalmente, respecto a la actual situación de los dos embalses reguladores del riego de la Plana, Arenos y Sitchar, señalan que las reservas para el riego de las huertas de Castellón y Burriana podrían acabarse, de no mediar las lluvias, en un plazo de 30 días.