Cuatro enmascarados causan la muerte a tres estudiantes palestinos en un tiroteo en la universidad de Hebrón

Cuatro desconocidos enmascarados dispararon indiscriminadamente, al mediodía de ayer, contra la muchedumbre en el recinto de la universidad Islámica de Hebrón, en la Cisjordania ocupada dando muerte a 3 personas e hiriendo a, por lo menos, otras 28, según un portavoz militar israelí.

Posteriormente una mujer resultó muerta en Nablús a consecuencia de los disparos efectuados por militares israelíes para disolver una manifestación de protesta por el atentado de Hebrón. Radio Israel informó también que otra manifestante y un soldado israelí resultaron también heridos en la misma manifestación.Los muertos en Hebrón son todos estudiantes, según la radio estatal de Israel. El mencionado portavoz precisó que cuatro hombres se bajaron de un automóvil blanco de marca Peugeot y abrieron fuego con armas autómaticas, al tiempo que lanzaron una granada en el patio central del establecimiento.

Tanto el portavoz como el comandante de la región militar central, general Uri Or, omitieron pronunciarse sobre la autoría del grave atentado. El recientemente destituido alcalde de Hebrón, Mustafa Natché, acusó inmediatamente a los colonos judíos cuyo "objetivo consiste en apoderarse de Hebrón y expulsar a los residentes árabes aterrorizándoles".

Mientras los heridos eran enviados al hospital Alya de Hebrón, el ejército de ocupación israelí instauró inmediatamente un toque de queda en la ciudad, cuyos habitantes habían desencadenado inmediatamente una huelga espontánea cerrando comercios y servicios públicos.

Paralelamente, las fuerzas armadas israelíes enviaban refuerzos a la ciudad de 45.000 habitantes, donde varios miles de estudiantes siguen clases de, filosofía islámica y de literatura, y de idioma árabe e inglés.

El Departamento de Estado norteamericano hizo pública anoche en Washington una nota en la que asegura que "Estados Unidos deplora este acto Criminal y condena el terrorismo, venga de donde venga". El portavoz del primer ministro israelí manifestó su condena "por este despreciable crímen" y afirmó que "las fuerzas de seguridad han sido instruidas para hacer todo lo posible por capturar a los autores".

Una gran tensión era palpable en Hebrón desde el asesinato, el 7 de julio, de un seminarista judío, y la consiguiente represalia de los colonos judíos del Cercano asentamiento de Kyriat Arba que saquearon el mercado árabe central.