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La isla italiana de Cerdeña, prácticamente arrasada por el fuego

Ciento treinta kilómetros de frente de fuego, que avanza sin cesar desde hace tres días, están dejando a la isla italiana de Cerdeña como si fuera un enorme brasero de incandescentes rescoldos.

Animales muertos, gran parte del patrimonio forestal arruinado, líneas eléctricas y telefónicas cortadas, tañir de campanas que llaman incesantemente a luchar contra las llamas, cielo cubierto de cenizas y humo son algunas de las notas más sobresalientes de esta tragedia que asola la bella isla.Pese a los esfuerzos de centenares de bomberos, técnicos forestales, helicópteros y aviones, los incendios continuaron ayer su caminar de muerte favorecidos por un calor tórrido y una ligera brisa de poniente que facilita la combustión de bosques y matojos.

Cuando los voluntarios han logrado dominar un foco, otro aparece más lejano ante las miradas atónitas de los que combaten las llamas, que ya han visto carbonizado a uno de sus hombres, Michele Peddu, de 33 años de edad, tras caer aturdido por el humo.

En medio de la tragedia, los carabineros han detenido a cinco pastores de la zona de Bitti que se dedicaban a encender nuevos focos y se desplazaban a bordo de un pequeño vehículo de turismo. Las llamas han hecho desaparecer un bosque secular en la zona de Oran¡, mientras un amplio frente de fuego que aún no ha podido ser frenado en su totalidad desciende por la costa suroriental de la isla.

La Gallura, una de las áreas más verdes y sugestivas de la isla, es ahora un erial de rescoldos humeantes; mientras, los hermosos alcornocales de Tempio y Aggius, lugar de trabajo y esparcimiento de numerosos habitantes de la zona, han sido reducidos a cenizas. Goceano, Logudoro, Ozieri, Mores, Ittireddu, Ardara, Tula, Arzachena, Cannigione y Budduso son las zonas más castigadas por los incendios. El sábado, cuando la jornada fue más trágica, un nuevo contratiempo se sumó a la situación: los aviones Hércules C-130 que tenían que llegar desde Pisa lo hicieron con siete horas de retraso, y los helicópteros se encontraban en tierra sin carburante unos y averiados otros.

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