Garaikoetxea no prevé avances decisivos en su entrevista con Felipe González

Madrid - 22 jul 1983 - 00:00CEST

"Soy optimista porque hablar siempre es bueno, pero tengo que ser realista en cuanto que los problemas que hay sobre la mesa, que no son pocos, han estado pudriéndose durante bastante tiempo y hay que ser demasiado optimista para pensar que todos ellos o una gran parte se puedan resolver en una simple conversación" aseguró el lendakari del Gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea, antes de comenzar su entrevista con el presidente del Gobierno, Felipe González, que comenzó a las 18 horas de ayer.El encuentro, segundo entre ambos presidentes desde que están los socialistas en el poder, continuaba al cierre de esta edición (2 horas de la madrugada). Las dos delegaciones cenaron en el palacio de La Moncloa gazpacho, merluza a la Romana, chuletón con guisantes y de postre uvas y brevas. La cena se sirvió con un vino de Rioja de la cosecha de 1970.

A la reunión asistieron, además de Felipe González y Carlos Garaikoetxea, el vicepresidente Alfonso Guerra, el Ministro de Administración Territorial, Tomás de la Quadra, y el subdirector del gabinete del Presidente, Francisco Fernández Marugán, por el Gobierno central, y el vicepresidente Mario Fernández y el consejero de Economía, Pedro Luis Uriarte, por parte vasca. La presencia de Fernández Marugán, no prevista en un primer momento, se interpretaba en el sentido de que fue quien defendió los presupuestos en el Congreso y porque en las conversaciones de ayer los temas económicos y presupuestarios eran uno de los paquetes de mayor enfrentamiento. De hecho, además del régimen económico de la seguridad social y el traspaso de competencias del Insalud y del Inserso, entre otros organismos, el empleo y el crédito oficial son temas pendientes de acuerdo o trasferencia, además del Fondo de Compensación Interterritorial, la concreción del cupo para el próximo quinquenio y la aplicación de los pactos autonómicos en sus vertientes económica y financiera, aspectos estos que se preveían como muy espinosos.

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Amplia agenda

Todos los temas autonómicos pendientes fueron analizados en la reunión de la Moncloa

La larga duración de la reunión de ayer en La Moncloa era previsible desde antes de su inicio, por la cantidad de temas a tratar y la amplia agenda que Felipe González había preparado a Garaikoetxea. Un portavoz recordaba que el presidente González había estado cinco horas con cada uno de los sindicatos UGT y CC OO y cuatro horas con los representantes de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).La reciente cena con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, se prolongó también durante casi cuatro horas.

Entre los desacuerdos más relevantes que enfrentaban a las dos delegaciones reunidas ayer figuraba, además de la seguridad social y el empleo, el proyecto de Ley de Reforma Universitaria, además de la Ley de Bases de Desarrollo Constitucional que prepara el Gobierno de Madrid. El tema de la reconversión industrial también se preveía conflictivo, toda vez que el Gobierno central ha manifestado su intención de hacer valer las fuertes cantidades que va a suponerle tal reconversión en Euskadi si los representantes vascos reiteran su oposición a hacerse cargo de la seguridad social.

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