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La consolidación del mercado monetario requiere reducir el déficit, según Raimundo Ortega

Un mercado monetario fuerte y consolidado como el existente en otros países industrializados, sólo podrá lograrse en España "cuando la reducción del déficit público permita una financiación más equilibrada y cuando se levanten las restricciones existentes y tengan acceso a estos mercados todos los inversores", declaró ayer Raimundo Ortega, director general del Tesoro y Política Financiera, en el curso de Introducción al sistema financiero de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.Raimundo Ortega, presentado por Enrique Fuentes Quintana como uno de los introductores del actual mercado monetario español, centró su conferencia sobre las características y desarrollo de este tipo de mercado (al por mayor, muy especializado, basado en activos de bajo riesgo y alta liquidez, corto período de amortización y mínima regulación por parte del Estado).

El director general del Tesoro y Política Financiera, tras describir el mercado monetario en relación con el mercado financiero, pasó a describir y analizar cada uno de los "mercados" que lo integran. Según datos ofrecidos por el conferenciante, a finales de mayo, había 1, 132 billones de pesetas de saldos vivos nominales correspondientes a certificados de regulación monetaria (CRM); 407.600 millones de pesetas en pagarés del Tesoro; 400.100 millones en depósitos interbancarios; 96.800 millones en activos computables en el coeficiente de inversión; 15. 100 millones en pagarés de empresa, y 61.900 millones de pesetas en letras en circulación negociadas en Bolsa.

Raimundo Ortega hizo hincapié en los mayores tipos de interés que alcanzan los certificados de regulación monetaria en relación con los pagarés del Tesoro (un punto o punto y medio más, a pesar de que aquellas emisiones se realizan a un plazo menor). Este hecho, a su juicio, se debe a los problemas que plantea la financiación del déficit público.

José María García Alonso, subdirector general de Actividades Financieras, expuso en una conferencia previa las distintas etapas que ha vivido el sistema financiero español a partir de 1939. Los cambios que se imponen en la actualidad, a su juicio, consisten en una reforma del sector público, analizando el papel que deben jugar las entidades crediticias conectadas con la Administración; una reforma del sistema de ayudas para las pequeñas y medianas empresas y una democratización de las cajas.

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