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El acuerdo suscrito ayer por EE UU y Grecia establece un calendario para desmantelar las cuatro bases norteamericanas

Las bases de la muerte norteamericanas, como la propaganda electoral del Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK) llamaba hace dos años y medio a las cuatro bases que el Pentágono tiene enclavadas en Grecia (dos en la isla de Creta y dos en torno a Atenas), seguir funcionando en suelo heleno cinco años más, en virtud del acuerdo suscrito ayer en la capital griega por ambos países, tras nueve meses de arduas negociaciones. A partir del 31 de diciembre de 1988, Estados Unidos dispondrá de 17 meses para desmantelar completamente las instalaciones. El primer ministro griego, Andreas Papandreu, insiste en que el acuerdo es "un calendario de retirada y no de mantenimiento de las bases". En ninguna parte del comunicado difundido por la agencia oficial de noticias aparece la palabra irrevocable, informa Juan F. Elorriaga.

Nadie esperaba que Papandreu, quien manifiesta que se trata de un acuerdo único en su género, que constituye "un importante precedente histórico", pudiera cerrar las bases norteamericanas, exponiéndose con ello a que todo el favor del Pentágono en el Mediterráneo oriental se deslizara hacia Turquía, rival jurada de Grecia en el mar Egeo, que dispone del segundo ejército de la OTAN, es la única nación musulmana de la Alianza Atlántica y aparece como heredera de la importancia estratégica del Irán de los Pahlevi. El acuerdo establece la obligación estadounidense de mantener el equilibrio de fuerzas en el mar de Afrodita, concediendo a Grecia el derecho a denunciarlo si, en nuestra opinión, se deteriorara el equilibrio en favor de Turquía".Papandreu anunció que el acuerdo suscribe la enmienda McGovern, que estipula que Estados Unidos tendrá que conceder a Grecia siete dólares de ayuda militar por cada- 10 que otorgue a Turquía. Entre los artículos 'aprobados figura también la concesión de 500 millones de dólares, que Atenas percibirá el último día del próximo año.

El líder socialista griego ha puesto sumo cuidado en no desengañar al ala izquierda de su partido, que le siguió en la euforia antibases de tiempos de la oposición. Por ello, ha manifestado, sin dar detalles, que "gran parte del anexo secreto contenido por el acuerdo de 1953 ha sido abolido", y el resto lo será posteriormente. Ello ha despertado en los griegos una morbosa curiosidad por el contenido de ese pacto secreto. Las bases no podrán ser utilizadas más que con fines defensivos y no tienen nada que ver con la OTAN. Se excluye, precisa Papandreu, cualquier apoyo a aventuras militares contra países amigos en Oriente Próximo o en países balcánicos del Pacto de Varsovia, con algunos de los cuales, léase búlgaros y rumanos, ha dialogado mucho últimamente el dirigente griego.

El acuerdo pone fin al principio de extraterritorialidad de que gozaban los aproximadamente 4.000 hombres del personal norteamericano de las bases, por lo que Grecia pasará a juzgar los delitos de derecho común de los militares norteamericanos estacionados en su territorio.

Por otra parte, no consta que el Estado griego renuncie a su derecho a desnuclearizar unilateralmente Grecia, dentro del ambicioso plan de Papandreu para desnuclearizar los Balcanes, antes de los 5 años y 17 meses. Según reiteradas declaraciones de fuentes oficiales griegas, las armas atómicas no se encuentran en esas bases estadounidenses, sino en intrincados puntos dé la geografía griega. Detalles del acuerdo serán conocidos dentro de unas dos semanas, antes de su ratificación parlamentaria en octubre.

La primeras reacciones registradas en Atenas eran de unánime satisfacción por la conclusión del acuerdo. La Embajada norteamericana se mostraba encantada con el resultado, según el comunicado oficial del que se hacía eco la agencia Efe. Sólo el activo secretario general del partido comunista (del exterior), Jarilao Florakis, pedía ayer un referéndum popular, dentro de su política de apoyar, en general, a las mayoritarias fuerzas socialistas del cambio, pero esperando al PASOK en los recodos de las medidas impopulares.

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