El gran momento.
Rosemary Riberos abraza a su hija, Tamara Arce, por primera vez desde hace ocho años. Rosemary (ver EL PAIS del 13 de julio), boliviana y residente en Buenos Aires durante varios años, había perdido el rastro de su hija, desde que en 1975 fuera encarcelada por las autoridades militares argentinas. Tamara, que ahora tiene nueve años, fue localizada por las Abuelas de la Plaza de Mayo y ha sido devuelta por la familia que durante cstos años se hizo cargo de ella. Madre e hija comenzarán juntas una nueva vida en Zurich, donde Rosemary se exilió en 1971.
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