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Alfonsín y Luder han sido confirmados como líderes del radicalismo y del peronismo argentinos

Raúl Alfonsín, líder de la corriente de Renovación y Cambio, es ya el virtual nuevo presidente de la Unión Cívica Radical, tras obtener en las elecciones internas la mayoría de los delegados al Comité Nacional de su partido. En el peronismo se fortaleció la candidatura de Italo Luder.En la madrugada del lunes, cuando ya los resultados definitivos en la capital federal y en las provincias de Córdoba, Tucumán y Santa Fe confirmaban su triunfo en las elecciones internas, Alfonsín aseguró que conducirá su partido "sin sectarismos".

En medio de la euforia de sus partidarios y seguidores dijo que "la Unión Cívica Radical practica lo que desea para el país. Ahora lo importante es que nadie se sienta derrotado, nuestra tarea es de integración".

Descontando el triunfo de su línea interna, los responsables de la campaña montada desde hace tiempo para dar publicidad a la imagen de Alfonsín habían enviado dos días antes a los periódicos un aviso con la leyenda "Ahora, Alfonsín".

En el affiche, que ocupa casi una página en todos los medios gráficos de información, se ve a Alfonsín sonriente y con las manos entrelazadas en una actitud de festejo. Más abajo se lee: "juntos, para que Argentina gane", sobre un escudo del partido y la rúbrica de la Unión Cívica Radical.

Cuando todavía no se ha realizado la elección en el poderoso distrito de la provincia de Buenos Aires, Alfonsín cuenta ya con 53 delegados frente a 16 de la corriente Línea Nacional, que preside De la Rúa y sólo seis del Movimiento de Afirmación Irigoyenista, que lidera León.

Esta mayoría le concede ya a Alfonsín la conducción del partido y confirma la fórmula que compone con Víctor Martínez, dirigente de la línea Córdoba, como la que postulará el radicalismo en las próximas elecciones generales. La negociación con las otras corrientes para integrarlas en las listas se hará entonces por cargos menores.

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Por su parte, el peronismo celebró también el domingo elecciones internas en cuatro provincias donde se impusieron caudillos locales. Tres de ellos apoyan en el orden nacional a Italo Luder, que se diferencia ahora de Antonio Cafiero, con quien se había planteado en principio la lucha partidaria.

Aunque en este caso aún es impredecible el resultado final, puesto que el congreso peronista, que decidirá en última instancia quiénes serán los candidatos, se forma con los delegados que envía cada provincia y que son diferentes en número de acuerdo a la cantidad de afiliados. De tal modo que, por ejemplo, hasta que no se vote en la provincia de Buenos Aires, que aporta tres veces más delegados que cualquier otra, no se podrá hacer una evaluación clara y definitiva de la relación de fuerzas en el peronismo.

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