Dura condena del PSOE, AP y Euskadiko Ezkerra

Distintos dirigentes políticos vascos coincidieron en valorar como una grave violación de los principios del juego democrático los incidentes de Irún, tanto por lo que respecta al abandono del salón de plenos por parte del PNV, como en lo referente a los intentos de reventar el acto, protagonizados por simpatizantes de Herri Batasuna."Lo ocurrido en Irún podría, perfectamente, constituir un homenaje a Kafka con motivo de su centenario", señaló Mario Onaindía, secretario general de Euskadiko Ezkerra, que destacaba como significativo el hecho de que Herri Batasuna haya asumido de manera tan apasionada la defensa de los intereses del PNV. "Este es uno de esos momentos", dijo, "en que a uno le da mucha vergüenza ser de este país, donde hay gentes que dicen luchar por la democracia, pero rompen las urnas cuando el resultado no les satisface".

Por su parte, el secretario general de los socialistas vascos, Txiki Benegas, denunciaba "estas barbaridades que están ocurriendo al auspicio de actitudes antidemocráticas de los nacionalistas, que se niegan a participar en la elección democrática del alcalde de Irún", y "el papel de mamporreros al servicio del PNV que está jugando Herri Batasuna, realizando estos trabajos sucios". "No tengo ninguna duda a la hora de calificar de fascistas actuaciones como ésta", dijo.

Florencio Arástegui, de Alianza Popular, valoraba los incidentes como "un intento de impedir el funcionamiento democrático delas instituciones cuando no favorecen a planteamientos totalitarios". El Comité Ejecutivo de AP, en Madrid, hizo pública una nota de enérgica condena, y consideraba los incidentes de Irún como una maniobra de "intoxicación" de los nacionalistas vascos ante la próxima entrevista que mantendrán con Felipe González, junto a la campaña contra la bandera y unas recientes declaraciones de Garaikoetxea en las que el lendakari establecía una "analogía entre el País Vasco y Gibraltar".

Los intentos de este periódico por acceder ayer a diversos dirigentes, tanto del PNV como de Herri Batasuna, resultaron infructuosos.