Me ha parecido

muy esclarecedor el artículo de Eduardo Barrenechea sobre el trasvase Tajo-Segura publicado en el diario que usted dirige el 26 de junio de 1983.Las provincias extremeñas resultaron ser las últimas en renta per cápita en el último año, existen numerosos pueblos en alerta roja permanente por la falta de agua para abastecimiento de poblaciones, los riegos del Plan Badajoz han quedado anulados el presente año por falta de agua, presentamos unas densidades de habitantes por kilómetro cuadrado y otros índices de desarrollo de los más bajos de la nación.

El trasvase, como muy bien se dice en el artículo mencionado, deberían ser excedentes de agua, inexistentes al menos por este año. Particularmente nunca debió permitirse la toma de aguas limpias de la cabecera del Tajo, sin previamente depurar la gran cloaca que supone Madrid y sus alrededores, y para cuyo saneamiento son estrictamente precisas. Tampoco están concluidos los regadíos del Tajo, a fin de saber los excedentes; en concreto falta por completar la gran extensión de terreno comprendida entre los ríos Alberche y Tajo y que abarca desde Talavera de la Reina a Almaraz (acometidos en muy pequeña medida con los riegos de Valdecañas).

Ante todas estas cosas, al pueblo extremeño sólo le queda la posibilidad de seguir aguantando en su silencioso llanto esta marginación, para luego tomar las maletas e ir buscando trabajo fuera de su tierra, como lleva haciendo desde hace años, esperando que alguien haga algo por este pueblo. /