Expulsión de una profesora
La dirección del colegio Madre Alberta, de Palma, intenta expulsar a una profesora, Catalina Gornals. Ante este hecho, el sindicato de trabajadores de enseñanza de Baleares expone que esta decisión constituye un flagrante atentado contra los derechos de todos los profesores. Esta expulsión de una profesional que desde hace 12 años trabaja en el centro con plena dedicación pedagógica al alumnado (como la misma titularidad del centro y los padres de sus alumnas reconocen), no está basada en un incumplimiento de su trabajo, sino en el poder que la propiedad se atribuye para intimidar y acallar a los enseñantes que mantienen una postura personal y profesional identificada con el principio de que "la educación tendrá como objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y las libertades fundamentales", tal como establece la Constitución.Los titulares de un centro no tienen una finca donde pueden hacer y deshacer lo que les venga en gana con la educación de los niños, ni los profesores son unos repetidores de lo que el titular del centro quiere que digan. Los profesionales de la enseñanza no sólo tenemos el derecho, sino también el deber de transmitir nuestros conocimientos en un clima que dé lugar a la crítica y a la capacidad de formarse criterio propio, y eso es lo que algunos centros quieren evitar. Por eso, además de apoyar a la profesora, exigimos al Gobierno que cumpla su promesa electoral de abolir el estatuto de centros docentes (en el que algunos empresarios de colegios privados creen hallar el respaldo para las expulsio
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