Virtual empate de comunistas y Democracia Cristiana en las elecciones de Italia
La Democracia Cristiana (DC) ha sufrido una histórica derrota en las elecciones celebradas el domingo y el lunes en Italia. Cuando se lleva escrutado más del 50% de los sufragios, la DC sigue en cabeza, con el 32,3% de los votos, perdiendo casi seis puntos con relación a los comicios legislativos de 1979, mientras el Partido Comunista italiano (PCI) registra una ligera recuperación y queda a menos de un punto de distancia.
Para hoy el PCI ha convocado una concentración en Roma con objeto de celebrar los resultados electorales. Ha sido también importante el aumento de la abstención (llega al 11 % frente al 9 % en 1979) y el voto nulo (5%), y significativo el voto de protesta dirigido a neofascistas y radicales.Este grave retroceso de la DC, que en realidad supone su más se vera derrota en 38 años, introduce un nuevo factor en la vida política italiana, aunque los dirigentes de los partidos políticos de la anterior mayoría gubernamental (democristianos, socialistas, republicanos, socialdemócratas y liberales) han manifestado su intención de repetir la fórmula de centro-izquierda, con excepción de Bettino Craxi, que ha hablado sobre la necesidad de reflexionar.
En cualquier caso, el próximo centro-izquierda, al que se le augura una difícil existencia (sin excluir la posibilidad de nuevas elecciones anticipadas), tendrá que tener en cuenta el retroceso democristiano, el discreto avance socialista (19,9%, con aumento de un punto) y el espectacular avance del pequeño Partido Republicano, que duplica sus votos, llegando casi al 5% de los sufragios. Estos dos últimos datos colocan en la línea de salida a Craxi y al líder republicano, Giovanni Spadolini, para una eventual jefatura del Gobierno.
Ante la sede del PCE se congregaron ayer varios millares de personas con banderas rojas para celebrar el retroceso democristiano y el mantenimiento comunista. A la fiesta se sumaron centenares de personas bajo las pancartas de Democracia Proletaria (nueva izquierda), pequeña formación que ha conseguido reforzar su presencia parlamentaria, al grito de "Unidos sí, pero contra la DC", era un ambiente que recordaba la esperanza de cambio que suscitó la votación de 1976, cuando se produjo el gran salto adelante del PCI. Enrico Berlinguer, secretario general del PCI, salió al balcón y dijo que estas elecciones reafirman las raíces del PCI en la sociedad y resaltó que el retroceso de la DC hace más viable la alternativa democrática. Pasa a la página 3
Los resultados de las elecciones legislativas celebradas en Italia no propician la formación de un Gobierno estable
Viene de la primera páginaEnrico Berlinguer, secretario general del PCI, salió al balcón central del edificio entre aclamaciones y puso de relieve que estas elecciones reafirman las raíces del PCI en la sociedad italiana y resaltó que el retroceso democrático hace más viable la alternativa democrática.
Al finalizar la concentración, un grupo de comunistas se trasladó a la cercana sede democristiana, situada a un centenar de metros de la del PCI, donde lanzaron irónicos eslóganes contra la DC y su líder, Ciriaco de Mita.
La mayor parte de las impresiones recogidas anoche coinciden en que estas elecciones no facilitan la formación de un Gobierno estable. La prensa italiana lanzó ediciones especiales a la calle cuando se conocieron las primeras estimaciones de votos. El titular más expresivo de la situación fue el de Il Manifesto: "No moriremos DC, si el terremoto despierta a comunistas y socialistas".
El desconcierto y la desolación en la sede central democristiana de Roma era palpable ayer por la tarde. Fuentes cercanas a la dirección democristiana manifestaron a EL PAÍS que la primera consecuencia que podían sacar de los resultados es que "demuestran que la DC no puede ser considerada como un partido de derechas, ya que nos hemos desprendido de los votos más conservadores, que han ido a parar al Movimiento Social Italiano (MSI, neofascista)".
Gobierno de cinco partidos
Por su parte, el secretario nacional democristiano, Ciriaco de Mita, declaró ante las cámaras de televisión que la única vía que queda es un Gobierno de cinco partidos. Señaló que la lección de estos resultados es que "el país no ha cambiado, sino que quienes tienen que cambiar son los políticos". Los observadores consideran que este descalabro democristiano se debe a que la política de renovación interna relanzada por De Mita no ha calado en el partido.
Un hecho significativo de estas elecciones ha sido la importancia del voto contra el sistema, hecho que se puede apreciar en dos vertientes absolutamente contrapuestas. El Partido Radical, que centró su campaña electoral, en pédir un sufragio contra la partitocracia, mediante la abstención, el voto nulo y/o el apoyo a las listas del partido que dirige Marco Panella, se puede considerar victorioso en casi todas ellas. La abstención llega al 18%, casi el doble que en 1979, y el voto nulo alcanza el 6,7%, el doble que en la consulta precedente.
Además han conseguido el 2, 1 % de los sufragios y aunque han perdido 1,4%, su resultado es bastante meritorio si se tiene en cuenta la división interna del partido (parte de él prefirió pasarse a las listas socialistas) y la insistencia en recomendar la abstención.
Pero el éxito más importante de este partido ha sido la elección como diputado del profesor universitano Toni Negri, en prisión preventiva desde hace cuatro años acusado de insurección contra el Estado. Panella anunció poco después de conocerse la elección de Negri que ya ha solicitado, "un mandato de excarcelación provisoria".
La otra vertiente del voto contra el sistema, es el ascenso de los neofascistas del Movimiento Social Italiano (MSI), que obtienen con su 6,4% el mejor resultado desde 1972, después de presentarse como el auténtico partido de oposición.
Los socialistas, por su parte, reconocen que han conseguido unos resultados discretos. Aumentan en tomo a un punto con relación a la anterior consulta legislativa. Claudio Martelli, vicesecretario del PSI, declaró ayer a este periódico que lo más importante de los datos es que la piagna entre Craxi, secretario general del PSI, y el dirigente democristiano De Mita, la ha gánado el primero.
Uno de los grandes beneficiados de los resultados electorales ha sido el Partido Republicano italiano (PRI), que dirige el ex primer ministro Giovanni Spadolini, que ha duplicado sus votos. Ha conseguido casi el 5% de los sufragios, con un avance de más de dos puntos con relación a 1979.
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