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Acuerdo hispano-soviético, para cooperar en la construcción naval e industria agroalimentaria

Xavier Vidal-Folch

El Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Industria y Navegación del España y la Cámara de Comercio de la URSS han llegado a un acuerdo para cooperar en la construcción de buques, en la industria agroalimentaria y en desarrollos tecnológicos para el ahorro energético. Se trata de un acuerdo de principio, plasmado el pasado viernes en Moscú mediante un protocolo firmado por los presidentes de ambas instituciones, Josep María Figueras y Eugenio Pitobranov, en la clausura de la séptima asamblea del comité bilateral. El pacto se desarrolla a lo largo de este año, y se espera que su concreción material se fomalice en sus aspectos fundamentales el próximo otoño.

Este calendario se cumplirá paralelamente a la reanudación del diálogo económico entre Gobiernos, que se ha desbloqueado tras cuatro años de incomunicación, con la reciente visita a la Unión Soviética del ministro de Asuntos Exteriores español, Fernando Morán. En el próximo mes de julio se -reunirán sendas delegaciones oficiales -la española presidida por un director general- con participación empresarial de ambas partes.Tras un período breve de información, en septiembre se reunirá la comisión mixta. Las posibilidades de articular una mayor relación son muy amplias, hasta la concreción de un acuerdo comercial como el que mantiene con la URSS cada miembro de la CEE.

Gama de productos

La reunión del comité bilateral, séptima anual desde que se fundó en 1976, ha aportado las novedades de una gran asistencia española (cerca de 50 empresarios acudieron a Moscú) y de la adopción de cómpromisos concretos, pese a la actual situación de punto muerto en que se hallan las relaciones entre ambos países. Eugenio Pitobranoy destacó al respecto que "las URSS adopta en cuestiones de comercio una política de principios" (las consideraciones político-estratégicas son decisivas) yJosep, Maria Figueras urgió a la otra parte a que hiciera "esfuerzos para ampliar la gama de productos manufacturados españoles exportables". Actualmente las principa les líneas de exportación son la siderúrgica, alimentación (vinos y cítricos) y el calzado.

El primero de los compromisos concretos incluído en el protocolo firmado el viernes por las Cámaras de ambos países versa sobre la "cooperación de producción en las esferas de interés común, en particular, en la construcción de buques hidroalas para salir posteriormente al mercado de España y de los terceros países". La URSS está en posesión de una buena tecnológia en el sector de astilleros y dispone de una nueva generación de hidrofoils (hidroalas, embarcaciones de gran velocidad), que de momento no puede producir en solitario porque no entra en el actual plan quinquenal.

El compromiso adoptado es consecuencia también de las reuniones que Inimar, la organización Construnaves -presidida por su director general, Vicente Cervera- y otras empresas del sector mantuvieron con la importadora soviética de buques Sudoimport, entre otras firmas oficiales. El vicedirector general de Sudoimport, I. Sbeginzev, manifestó en la asamblea que "nuestro propósito es abordar la construcción común de embarcaciones de la nueva generación. La idea inicial es que la URSS fabrique el casco y España el motor, eje y hélices". Si en los próximos meses se avanza en la concreción de ese programa, las consecuencias para la economía española pueden ser importantes, tanto porque el modelo de nave en cuestión genera un alto valor añadido, cuanto porque supone una salida, aunque, sea parcial, para el sector de la construcción naval, que registra una enorme infrautilización de su capacidad.

Industria alimentaria

Otra vía concreta de colaboración abierta es la del ahorro energético. En otoño de 1984 se celebrará en España una reunión técnica sobre equipos GUBT, consistentes en turbinas de gas utilitarias sin compresor, para aprovechamiento de los gases de altos hornos que hoy se desperdician.Asimismo, el sector agroindustrial ha sido objeto de tratamiento específico en la reunión hispanosoviética. Durante esta década, la URSS tiene previsto invertir 300.000 millones de rublos (que equivalen a 60 billones de pesetas) en la mejora de la agricultura, de la industria agroalimentaria y de los canales de su comercio interior. El objetivo de este ambicioso programa radica en ampliar la cantidad y calidad del consumo interno. Para ello, se propone la mecanización integral del campo y la reconversión de la industria agroalimentaria, mediante la incorporación de 3.740 nuevos tractores, 200.000 excavadoras y 1,17 millones de nuevas cosechadoras. En este sector, la principal posibilidad española de cooperación reside, además de en la maquinaria, en los sistemas de almacenamiento. Otro de los acuerdos fue la fijación para el próximo año, de un convenio de arbitraje que dilucide los litigios mercantiles entre ambos países.

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