¿Volver a la tribu?

Ahora, los habitantes de esta tierra, faltos de mayores ocupaciones, nos damos a la tarea de revisar nuestro pasado histórico, y tratamos de conservar con singular derroche de esfuerzos los rasgos característicos de nuestras respectivas etnias, y así gastamos una buena parte de nuestras energías, tal vez mucho más útiles en cosas de mayor importancia, para conservar lo que nos queda de catalanes, gallegos, asturianos, vascos, etcétera, y ojalá que los andaluces no descubran que son descendientes de los tartesios, o los de Ávila de los oretanos.Ya se pide que los soldados no se desplacen de su región para hacer el servicio militar, que los maestros enseñen en su comarca, que los médicos ejerzan en su entorno, y en corto término se nos pedirá que veraneemos o pasemos las vacaciones en el pueblo. Todo en aras de acrecentar los rasgos que nos caracterizan, velando por la pureza de nuestra identidad, lengua, cultura, tradición y algunas baratijas. De prosperar el criterio, pronto tendremos que usar pasaporte y visado para dejar la región y poder visitar otra, y esperemos que, en las distintas comunidades históricas, los distintos pueblos que las integran no descubran que tienen algún rasgo que no es común al resto.

En medio de tanta confusión, cuando se hace más esfuerzo por volvernos a la tribu que hace unos años para prohibirnos que cada uno hablara como se le antojara, es una satisfacción que exista EL PAIS. Al menos, por medio de su sección Cartas al Director todavía nos relaciona a los distintos habitantes de España / Puga