Cultura adquiere el archivo de Joaquín Costa

Ayer se celebró la subasta de un importante archivo del jurista historiador y político aragonés, Joaquín Costa, pero al no haber ninguna oferta de salida dicho archivo pasa a ser propiedad del Estado. El Ministerio de Cultura hizo uso de su derecho de cubrir el precio de salida, 3.500.000 de pesetas, y los documentos irán al Centro Nacional del Tesoro Bibliográfico.Según la sala Durán de Madrid, el lote está compuesto por "centenares de escritos de todo orden, demostrativos del ideario republicano de Costa y de su convencimiento de que una auténtica República solo podría resultar de un proceso revolucionario y no evolutivo, de su idea de la europeización de España, y de su amplia formación cultural y de su búsqueda del Derecho en su raíces populares".

Ya antes de la subasta se había levantado cierta polémica en torno a este archivo. Los herederos de Costa habían remitido a la casa de subastas' una carta notarial en la que solicitaron que no se subastaran los documentos, toda vez que, según ellos, proceden de un expolio. No obstante, la carta notarial no tuvo, al parecer, fuerza legal para detener la subasta.

Un equipo de profesores de la Universidad de Zaragoza había elaborado un informe sobre los materiales del archivo, formado por 60 legajos, y había indicado que el posible comprador adquiría la propiedad de los papeles, pero no la intelectual, que pertenece a los herederos de Costa. Jesús Delgado Echeverría y José Carlos Mainer, ayudados por Alberto Gil Novales, tras examinar el material apuntan que éste procede de lo que fuera archivo de Tomás Costa, hermano de Joaquín, y que podría haber sido expoliado en la última guerra civil.

Los materiales de mayor valor que ayer se subastaron, a juicio de los redactores del informe, se refieren al que se presenta como el nimisio y que, en realidad, corresponde a la única novela impresa de Costa, editada por su hermano en 1916 como Último día del paganismo ... y primero de lo mismo. El archivo contiene también los originales autógrafos de La vida del derecho, Alemania contra España, La política hidráulica y Casas baratas, así como otros documentos.

Los herederos de Costa se dirigieron al Ministerio de Cultura intentando suspender la subasta, y es posible que inicien acciones legales en el mismo sentido.