Las 'críticas' de Peridis
Los admiradores (innumerables) de Peridis comprendemos la dificultad que supone cenar hoy con Felipe y al día siguiente hacer una crítica, aunque sea humorística, al Gobierno.Somos conscientes (y tan benévolos) de que en ocasiones la amistad personal no le deja ver el bosque. Bosque, por cierto, cargadito de misiles, de súbito pro atlantismo, de bajadas de tono en las libertades, de ficheros de Barrionuevo, etcétera. Admitimos que ni siquiera la ley obliga a declarar a nadie contra su cónyuge, que el amante no ve imperfección alguna en su amada... Pero cuando un caricaturista político se ve en la amarga tesitura de optar entre los amiguetes (en el poder) y la honestidad debida a sus lectores, está claro que debe declararse incompatible y dedicarse a restaurar iglesias románicas en el Bierzo, donde el olor a incienso no resultará tan fuera de lugar.
En este país estamos hasta el coco de adhesiones inquebrantables, botafumeiros, amiguismo e intocables, y toda crítica por la izquierda al PSOE es un favor que se les hace para que no se les suba la columna a la cabeza. ¡Que nos dejen enterarnos, al personal, de que también sus señoras (como todo quisque) se pisan el traje largo y se dan un tortazo! /
