_
_
_
_
El papa en Polonia

Cooperación Iglesia-Estado en materia de seguridad

La policía, individuos con el inconfundible aspecto de pertenecer a los servicios secretos y el servicio de orden del episcopado actuaban ayer codo a codo para asegurar el transcurso ordenado de la visita del papa Juan Pablo II. La cooperación entre la Iglesia y el Estado en Polonia en materia de seguridad se podía palpar ayer en la calles de Varsovia.Durante la noche anterior a la llegada del Papa se llenó de policías la capital polaca. Desde el mediodía de ayer, en la ciudad vieja de Varsovia, donde está situada la catedral de San Juan en la que el Papa celebró su primera misa, sólo podían entrar los residentes que mostraban su documento de identidad.

La firmeza de los encargados del orden era todavía mayor en los servicios del episcopado que en la policía uniformada. En discreto segundo plano se mantenían los servicios secretos. Stanislaw Bibanski, un mecánico metalúrgico de 61 años, llevaba, como sus compañeros del servicio de orden del episcopado, un gorro tipo legionario de color amarillo (color del Vaticano) y una corbata azul (color de la Virgen).

Más información
Agenda para ocho días de periplo
Tensa y fría acogida oficial a Juan Pablo II en Varsovia

Bibanski explicaba que la cooperación con las fuerzas del orden del régimen "es sólo durante la visita del Papa y por motivos comprensibles: la seguridad del Papa".

La Iglesia polaca tiene tanto miedo a los desórdenes como las propias autoridades. La Iglesia quiere que todo transcurra pacíficamente y pondrá en ello todo su interés.

Un viejo intelectual católico muy próximo al primado polaco, cardenal Jozef Glemp, explicó a EL PAIS lo que parece será fórmula mágica para frenar los intentos de posibles manifestantes de oposición al régimen: "Al acabar cada reunión, un sacerdote subirá al púlpito para decir que se vayan a casa pacíficamente y no caigan en provocaciones. El sacerdote dirá que si alguien grita es un provocador. De esta forma nadie se atreverá a empezar a dar gritos contra el Gobierno, porque podrían tomarle por un provocador".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_