Creada en Cataluña la primera federación de sociedades anónimas laborales existente en España

Un total de 65 sociedades laborales, con una plantilla global de 8.000 trabajadores, participarán el domingo en Barcelona en el congreso constituyente de la Federación de Sociedades Anónimas Laborales de Cataluña (FESALC), primer organismo de estas características que se constituye en España. La federación es el resultado de un proceso unitario propiciado por la recientemente disuelta Unión de Sociedades Anónimas Laborales (USAL), movimiento con importante presencia de dirigentes de CC OO, y de un número menor de empresas no incluidas en aquél, con presencia de dirigentes socialistas catalanes. En la apertura del congreso intervendrán el ministro de Trabajo, Joaquín Almunia, y el conseller de Trabajo de la Generalitat, Joan Rigol.

El congreso constituyente de la FESALC, en el que participarán 190 delegados en representación de las sociedades laborales asociadas, aprobará los estatutos del organismo y nombrará los nuevos órganos de dirección, compuestos por un consejo general y una comisión ejecutiva de nueve miembros. Los objetivos de la federación, que serán sometidos a discusión y aprobación, definen a las sociedades anónimas laborales, -concepto de contradictoria acepción jurídica y muy discutido en medios sindicales catalanes- como "empresas cuya organización y propiedad se base en los principios de cogestión y autogestión". La constitución de la federación tendría como objetivo la defensa de este tipo de sociedades y su asesoramiento, a modo de sindicato de este específico tipo de empresas.La existencia de alrededor de 20.000 trabajadores en Cataluña que organizan sus relaciones laborales a través de cooperativas de trabajo, mediante la doble estructura jurídica de cooperativas propiamente dichas y sociedades anónimas laborales, configura la importancia de este movimiento. El proceso de creación de este último tipo de sociedades,se ha acelerado en los dos últimos años de forma paralela al incremento de desempleo. En las sociedades anónimas laborales, al contrario que en las cooperativas, no es preceptivo que todas las acciones se hallen en poder de los trabajadores, sino que el único requisito es que éstos detenten al menos el 50%, a la par que ningún socio puede ostentar más del 25% de las acciones. En la práctica, muy pocas de las empresas reconvertidas en sociedades laborales conservan al antiguo propietario como accionista importante.

Movimiento consolidado

La inmensa mayoría de este tipo de sociedades se ha formado en Cataluña a partir de empresas desahuciadas, gran parte de las cuales ha sobrevivido en medio de muy importantes dificultades, especialmente de tipo financiero. El sacrificio económico de los trabajadores, la sobreexplotación y las contradicciones sindicales acaban de configurar el difícil marco de trabajo de las SAL, que, sin embargo, han conseguido consolidarse como un movimiento, a través de la antigua USAL. El proceso iniciado culmina ahora en Cataluña con el reconocimiento oficial y con la constitución de una federación, única en su género, en la que participa de forma unitaria la izquierda política mayoritaria en Cataluña, con el reconocimiento explícito del carácter independiente del organismo.Entre las ponencias que serán sometidas a discusión en el congreso figura un estudio relativo a los fundamentos de la federación y otro dedicado al aspecto económico de las sociedades laborales. En este último destaca el objetivo de dar soluciones "a los graves problemas financieros y técnicos que padecen las SAL, no tanto por su rentabilidad y fiabilidad, sino en cuanto al desconocimiento y desconfianza que se manifiesta frente a ellas".

La desconfianza del mercado y la necesidad de establecer un marco negociador idóneo para estas empresasas ha llevado a configurar su federación como el motor de negociaciones conjuntas de las empresas, destinadas a obtener mayor rentabilidad y a ofrecer el aumento de garantías financieras y la disminución del riesgo.