_
_
_
_

Los marroquíes, en desacuerdo con las conclusiones sobre el Sáhara de la 'cumbre' de Addis Abeba

Los marroquíes no están de acuerdo con las últimas resoluciones sobre el Sáhara de la recién concluida cumbre de la OUA, celebrada en Addis Abeba. Como a fines de 1981, cuando el rey Hassan II aceptó en Nairobi la celebración de un referéndum de autodeterminación para los saharauis, es de nuevo la izquierda socialista y comunista, pero también el partido del Istiqlal -es decir, los tres partidos que proceden del movimiento nacionalista-, la que ha reaccionado negativamente a la aceptación por Rabat de negociar con el Frente Polisario el cese el fuego y las condiciones previas que requiere el referéndum.

El diario comunista Al Bayane, consideraba ayer en un editorial que la aceptación del Polisario como interlocutor es un "retroceso que complica aún más las cosas"Para el partido comunista, Marruecos debe admitir que la Oua ha superado su crisis interna en detrimento de un Estado miembro.

"Han sacado a la RASD por la puerta", afirmaba el editorialista "pero han introducido al Polisario por la ventana".

La postura de los socialistas marroquíes es de sobra conocida. Ya estuvieron en contra de la aceptación del referéndum en 1981. Por esa razón, el rey Hassan II envió en septiembre de ese año a la cárcel al secretario general de partido, Abderrahim Buabid, y a cuatro de los más destacados miembros del buró político.

El propio ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Bucceta, que presidió la delegación marroquí en Addis Bbeba, parecía querer curarse en salud ayer, a su regreso a Marruecos, cuando afirmaba que "hemos obrado a la luz de los consejos y las instrucciones de su majestad el rey Hassan II". Su partido, el Istiqlal, ya exasperado por los resultados de las pasadas elecciones, que entiende le han sido robadas, se ha mostrado redicalmente opuesto a la resolución adoptada en la capital etíope.

Lo curioso y a la vez paradójico es que las fuerzas políticas marroquíes, particularmente la izquierda, nunca han entendido que el referéndum de autodeterminación haya de ser tomado en serio, y lo interpretaron como una cuestión de puro trámite.

Esta oposición interior es quizá la que sugirió la interpretación restrictiva del referéndum, expresada por Hassan II cuando lo calificó de "simplemente confirmativo".

El verano que se aproxima corre el riesgo de ser auténticamente caliente en Marruecos. La izquierda, la oposición, e incluso el Istiqlal, con ocho ministros en el Gobierno, acaban de sufrir en las pasadas elecciones municipales un traumatismo que les ha hecho dudar, casi definitivamente, de la intención del poder de permitir una democracia mínimamente homologable y representativa en este país.

En septiembre, el rey Hassan II deberá llamar de nuevo a elecciones, esta vez legislativas, como prometió. La respuesta de los partidos puede entonces no ser muy positiva para palacio. En verano también deben entrar en vigor importantes medidas económicas impuestas por la actual insolvencia marroquí, que según los expertos del Banco Mundial han de traducirse en la devaluación de la moneda, la reducción en un 50% del plan de inversiones y la eliminación de las subvenciones que se conceden a media docena de artículos de máximo consumo; es decir, a aquellos que en junio de 1981 dieron origen a los cruentos sucesos de Casablanca.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_