Soares desea agilizar el debate sobre su investidura como jefe del Gobierno luso

Los próximos días serán de intensa actividad política en Lisboa. Mario Soares tiene de tiempo hasta el final de la semana para concluir la formación del Gobierno de coalición socialista-socialdemácrata; quedan por escoger cerca de tres decenas de secretarios y subsecretarios de Estado y, sobre todo, elaborar el programa que debe ser sometido a la aprobación del Parlamento, antes del 22 de junio. Fuentes próximas al secretario general del Partido Socialista atribuyen a Mario Soares la intención de agilizar al máximo el debate parlamentario, rompiendo con la tradición portuguesa según la cual los ejecutivos presentan, al entrar en funciones, programas complejos y pormenorizados, destinados generalmente a caer en el olvido, ya que en ocho años de democracia apenas dos Gobiernos llegaron al término de su mandato.

El nuevo primer ministro portugués anunció, en su discurso de investidura, que los 18 primeros meses de activídad del Gobierno serán de "gestión conyuntural de emergencia", teniendo como prioridad absoluta estabilizar las cuentas en el exterior.

Altos funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI) estuvieron ya discretamente en Lisboa antes de la toma de posesión del Gobierno, y esta visita, sin carácter oficial, habrá permitido una primera toma de contacto con los nuevos responsables de la economía portuguesa. La negociación de un nuevo acuerdo con el FMI será la piedra angular del plan de estabilización. El nuevo ministro de Finanzas y del Plan se entrevistó con los gobernadores del Banco de Portugal nada más tomar posesión.

Los primeros 100 días del Gobierno Soares coincidirán, en principio, con el período de vacaciones parlamentarías, que deberían iniciarse ya esta semana, por lo que el Gabinete deberá apresurarse a solicitar una serie de autorizaciones legislativas para poder gobernar por decreto hasta octubre.