_
_
_
_
TRIBUNALES

Un juez que rechazó ser magistrado del Supremo

Cesáreo Rodríguez Aguilera nació en Quesada (Jaén) e ingresó en la carrera judicial en 1942. Su primer destino lo desempeñó en Marruecos, durante cuatro años, donde actuó de juez en Larache y Tetuán.Inmediatamente después se trasladó a Barcelona, en 1946, para ocupar profesionalmente plazas de juez municipal, juez de Primera Instancia e Instrucción de Puigcerdà y Terrassa, juez de Primera Instancia de Barcelona, y "prácticamente todos los que pueden desempeñarse dentro de la carrera judicial", según dijo a EL PAÍS. De Barcelona no salió hasta 1978, cuando fue nombrado presidente de la Audiencia Territorial de Palma de Mallorca.

En 1979, Iñigo Cavero le propuso ser magistrado del Tribunal Supremo, pero Cesáreo Rodríguez Aguilera no aceptó "porque preferí quedarme en Mallorca y porque sólo llevaba un año en mi cargo".

Más información
El Consejo del Poder Judicial elige a Rodríguez Aguilera nuevo presidente de la Audiencia Territorial de Barcelona

El nuevo presidente de la Audiencia Territorial añadió que "lo que más valoro de mi carrera judicial es mi actitud ante la Administracián de Justicia. No es cuestión de exponer objetivos logrados, sino criterios de actuación. Yo creo que impartir justicia es muy difícil, porque la concibo como un servicio público en exclusivo beneficio de la sociedad. Es una función indispensable y sutil, porque cada caso es diferente. Las leyes son iguales para todos, pero ningún caso es idéntico".

Cesáreo Rodríguez Aguilera fue propuesto, a finales de 1982 como candidato a ocupar una de las vacantes de magistrado del Tribunal Constitucional. "La propuesta estaba apoyada", dijo Rodríguez Aguilera, "por la Minoría Catalana del Congreso de los Diputados, y por Adolfo Suárez, y luego conté con otros posibles apoyos, pero, como se está viendo, las negociaciones son largas. Para ocupar esta plaza, se requiere un amplio acuerdo entre las fuerzas políticas, con el que yo estoy de acuerdo, porque parece lógico pensar que un magistrado del Tribunal Constitucional no debe ser una persona sin respaldo mayoritario. No pienso que mi nombramiento para la Territorial de Barcelona influya con la candidatura al Tribunal Constitucional, a donde van juristas de reconocida competencia, según establece la propia Constitución".

Su vertiente artística es tan importante como la jurídica. Fue fundador de la Asociación de Artistas Actuales, y secretario del Museo de Arte Contemporáneo, en Barcelona, a finales de los años 50.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_