Rumores sobre la salud de Andropov en vísperas de su previsible nombramiento como jefe de Estado
Una semana antes de que, previsiblemente, el líder del Partido Comunista de la Unión Soviética, Yuri Andropov, sea nombrado jefe del Estado de la URSS, su salud comienza de nuevo a dar que hablar en los mentideros moscovitas.
En las últimas 48 horas, en los círculos diplomáticos y periodísticos se viene comentando su progresivo mal aspecto. El pasado lunes, Andropov -que cumplirá 69 años dentro de seis días- entró apoyado sobre dos ayudantes en la sala en la que se celebraba el banquete oficial que él mismo ofrecía al presidente de Finlandia, Mauno Koivisto.Desde que el pasado mes de noviembre Andropov accedió a la cúspide del partido único soviético, las personas que fueron tomando contacto con él comentaron que, en apariencia, su salud se venía degradando día a día.
Oculto tras sus gruesas gafas de miope, el líder de la URSS fue adelgazando a buen ritmo hasta que -según una de las personas que tuvieron la oportunidad de verlo de cerca- "las camisas le bailaban alrededor del cuello".
Los que estuvieron cerca de él durante el banquete del lunes opinan que la salud de Andropov -al menos, en apariencia- ha seguido empeorando desde que llegó al poder. Sin embargo, el asunto no debe de ser tan alarmante cuando ayer el líder soviético despidió personalmente en el Kremlin al Presidente finlandés, que dejaba Moscú para iniciar una visita privada a la URSS.
Los rumores sobre la enfermedad de Andropov han tomado especial entidad por el hecho de que la pasada semana no se hiciera pública la nota oficial sobre la sesión del Politburó. Desde que Andropov lidera el partido, todas las semanas se da a conocer un comunicado sobre lo tratado en la reunión del máximo organismo soviético.
Desde hace algunos meses, embajadas occidentales bien informadas aseguran que Yuri Andropov necesita acudir una o dos veces por semana a sesiones de diálisis (riñón artificial) y que incluso los médicos le habían aconsejado un trasplante de riñón.
Esta insuficiencia renal podría estar motivada por la diabetes que, según fuentes norteamericanas, padece el líder comunista. Sus dolencias le obligan también a mantener prolongadas temporadas de descanso y -siempre según fuentes occidentales, a las que no se excluye un deseo intoxicador- los médicos aconsejaron a Andropov, después de acceder al poder, que redujera su jornada laboral.
Andropov -que nació siete años después que su antecesor, Leónidas Breznev- es el líder soviético que con edad más avanzada ha logrado acceder al puente de mando del partido. Si bien su salud parece ir haciendo agua, su cerebro -al contrario de lo que pasaba con Breznev- se mantiene aparentemente en funcionamiento: personas que han dialogado con él durante los últimos meses afirman que se comporta como "un ordenador electrónico".
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