Bancos y cajas deberán ampliar en 30.000 millones sus inversiones obligatorias

El Banco de España controlará la inversión de 1,6 billones de pesetas de la banca privada y las cajas de ahorro, -que hasta ahora eludían los coeficientes de inversión obligatoria-, mediante la proyectada reforma del sistema financiero. De esa cantidad, 360.000 millones deberán destinarse a inversiones obligatorias, en parte de rentabilidad libre y en parte controlada. Además, el cambio en el cómputo de los coeficientes de caja y de depósitos especiales, supondrá que el sistema bancario deberá mantener en el banco emisor unos recursos adicionales -de baja remuneración o sin ella- de 172.000 millones de pesetas.

La reforma, que se aplicará el próximo otoño, liberará 24.000 millones de pesetas del sistema bancario para destinarlos directamente a la inversión industrial, según las estimaciones realizadas por el equipo del Ministerio de Economía y Hacienda y del Banco de España que ha ultimado ya sus principales borradores.Las normas legales en proyecto (véase EL PAÍS de ayer) prevén que las nuevas clases de depósitos como el ahorro de los emigrantes, los bonos, las cédulas hipotecarias, los efectos en circulación bajo endoso, las cuentas acreedoras del sector público y las operaciones de seguro de las cajas, se incorporen a las bases de los diversos coeficientes.

La importancia de esta ama pliación de la base es sustancial, si se tiene en cuenta que totaliza -según estimaciones para final de este año- 1,6 billones de pesetas, es decir, más de un 10% del total de depósitos que a final del 1982 totalizaban bancos y cajas (15 billones de pesetas).

Como indica el cuadro adjunto, las clases de depósitos que hasta ahora venían eludiendo los coeficientes se elevarán a final de año -según las previsiones de crecimiento normales- a 449.000 millones en la banca comercial, 459.000 millones en la industrial, y 700.000 en las cajas, lo que totaliza 1,6 billones de pesetas, que empezarán a computar cuando rija la reforma.

Dado que el coeficiente de inversión obligatoria propugnado para la banca es del 30% y para las cajas se cifra en un 45%, las nuevas cantidades a añadir a las inversiones obligatorias serían de 271.000 millones para la banca y de 315.000 para las cajas, lo que suman 586.000 millones de nueva inversión obligatoria.

Estas cifras son, sin embargo, teóricas, puesto que no incluyen las cantidades de la banca que están exentas a consecuencia de la última fase de la crisis bancaria y porque tienen carácter de futuro, para final de este año.

Un análisis de pasado, más ajustado, del equipo redactor de la reforma, estima -sobre la base de diciembre de 1982 sobre igual fecha de 1981, en lugar de final de 1983 sobre 1982- que el incremento de activos computables sería, no de 586.000 millones, sino de 360.000 millones. Este nuevo reto, sin embargo, no se aplicará instantáneamente. La proyectada reforma prevé unos plazos de adaptación de cuatro años para la banca industrial, de tres para las cajas y de dos para la banca comercial.

Estímulos a la actividad industrial

Por tanto, la cadencia de coeficientación de los reseñados 1,6 billones de pesetas de diciembre de 1983 (en el supuesto de que no crecieran en los años sucesivos, que no es este caso) sería la siguiente: al finalizar el primer año de vigencia, 572.500 millones; al final del segundo, 1,045 billones; al final del tercero, 1,39 billones, y al final del cuarto año, los 1,6 billones.Los borradores de la reforma establecen estímulos al compromiso de bancos y cajas en la actividad industrial, a través de la inclusión de los activos de riesgo industrial (acciones y participaciones) en el nuevo coeficiente de inversión obligatoria. La proyeccíón de los estudios realizados indica que los nuevos compromisos industriales de la banca podrían ascender en el primer año de aplicacióri a 24.000 millones de pesetas, 18.000 millones para la banca comercial y a 6.000 millones para la industrial. Estas cantidades se destinarían directamente y ex-novo a favorecer la creación de nuevas empresas y a mejorar la estructura financiera de las ya existentes.

Otro aspecto fundamental de la reforma es que también los coeficientes de caja y de depósitos especiales se calcularán sobre la base ampliada con todos los pasivos (es decir, también sobre los 1,6 billones de incremento para la proyección de final de año), aunque no se especifica si para ellos habrá también plazo de adaptación.

Ello supone que los recursos de bancos y cajas inmovilizados en el Banco de España a interés cero aumentarán en 108.000 millones (por aplicación del coeficiente de caja, actualmente de un 6,75% del pasivo, a los nuevos depósitos integrados en la base computable). Y los que están colocados a un 8% de interés (por aplicación del coeficiente de depósitos) se incrementarán en 64.000 millones.