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El delegado del Gobierno en Madrid tendrá en el inicio de la etapa autonómica mayor poder que los de otras regiones

Álex Grijelmo

El gobernador civil de Madrid se convertirá próximamente en delegado del Gobierno de una comunidad en la que precisamente reside el Gobierno. Sus funciones registrarán un fuerte incremento en los momentos iniciales, pero irán disminuyendo a medida que las competencias sean ejercidas por el Consejo Ejecutivo regional.

El delegado del Gobierno estará encargado de coordinar la administración periférica del Estado en la provincia (direcciones provinciales de los ministerios, antes llamadas delegaciones). Los poderes efectivos que reúnen esos estamentos en Madrid son los mayores de todas las regiones actualmente, puesto que no ha existido preautonomía ni situación de autogobierno, y, por tanto, no se han producido transferencias. Al tener el delegado del Gobierno atribuciones para dirigir y coordinar estas todavía importantes direcciones provinciales, sus atribuciones serán superiores respecto a las que corresponden a los representantes gubernamentales en otras comunidades, al menos en teoría. Por otro lado, el delegado gubernamental tiene un papel importante en las comisiones de transferencias, como representante del Ejecutivo, y habrá de ser consultado constantemente por los responsables del Gobierno de la comunidad. En los próximos meses, el trabajo en ese campo será muy intenso, para poner rápidamente a Madrid a la misma altura que el resto de las regiones. Por tanto, el delegado deberá cumplir en esa etapa inicial una intensa tarea en las transferencias, además de la labor que le corresponde como coordinador de las direcciones provinciales.No obstante, el papel del representante del Gobierno puede quedar descafeinado en la práctica por el hecho de que la autonomía madrileña tiene muy cerca a los altos cargos de los diversos ministerios, y siempre existirá la fácil posibilidad de saltarse al delegado.

José María Rodríguez Colorado, actual gobernador civil y previsible futuro delegado, cree que ello no tiene por qué ser así, y estima que el representante gubernamental mantendrá contacto especialmente directo con la comunidad en lo que se refiere a la especificación de los paquetes de transferencias, la valoración financiera de los servicios y el momento en que han de efectuarse los traspasos. "Aunque los criterios sobre las transferencias sean marcados con el Ministerio de Administración Territorial", señala Rodríguez Colorado, "las consultas al delegado del Gobierno serán lógicas y constantes".

Joaquín Leguina, virtual presidente de la Comunidad de Madrid, estima por su parte que "con la autonomía se va a ampliar la representación política del gobernador civil al pasar a ser delegado del Gobierno, aunque se vayan a recortar lógicamente sus competencias. Pero ,tendrá", señala, "gran importancia política como el interlocutor inmediato y representativo del Gobierno en la comunidad".

Leguina cree que debe existir el delegado del Gobierno aunque resida en la misma ciudad que el Ejecutivo, "entre otras cosas porque no debe haber diferencias entre las autonomías, que es una filosofía que yo he defendido. Madrid no es diferente, y me parece lógico que exista el delegado como representante del Gobierno".

Pérdida paulatina de poder

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Tras el reseñado incremento inicial de funciones, el delegado del Gobierno irá perdiendo poder paulatinamente. Cuando los traspasos de servicios hayan adquirido un volumen importante, las delegaciones o direcciones provinciales de los ministerios ,desaparecerán de forma progresiva, y sus funciones se integra rán en la comunidad, sí corresponden a ésta. Las competencias de la Administración central continuarán bajo la coordinación del delegado del Gobierno, que pasará a tener unas labores más administrativas y políticas.Entre las competencias del futuro delegado en Madrid figurarán la dirección de la Administración del Estado en el territorio de la comunidad; la coordinación con la Administración propia de la autonomía; ejercer la autoridad sobre todos los órganos de la Administración civil del Estado en la comunidad; velar por el cumplimiento de las leyes y de las normas reglamentarias del Estado; dirigir e inspeccionar los servicios y organismos autónomos de la Administración Civil del coordinar la actuación de los cuerpos y fuerzas de la Seguridad del Estado; informar, antes de su aprobación, los planes y programas de inversiones del Estado en el territorio de la comunidad; y mantener la comunicación necesaria con los distintos departamentos ministeriales. Una de las funciones que puede ocasionar que el cargo se revista de especial importancia política es su facultad de promover acciones y recursos legales para impugnar ante los tribunales los acuerdos y disposiciones de los órganos regionales si estima que no se ajustan a las leyes.

Las funciones de los delegados del Gobierno están reguladas en un real decreto de 10 de octubre de 1980. Actualmente se encuentra pendiente de tramitación una proposición de ley presentada en las Cortes por el grupo parlamentario Minoría Catalana.

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Sobre la firma

Álex Grijelmo
Doctor en Periodismo, y PADE (dirección de empresas) por el IESE. Estuvo vinculado a los equipos directivos de EL PAÍS y Prisa desde 1983 hasta 2022, excepto cuando presidió Efe (2004-2012), etapa en la que creó la Fundéu. Ha publicado una docena de libros sobre lenguaje y comunicación. En 2019 recibió el premio Castilla y León de Humanidades

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