Tiroteada en Argentina una iglesia cuyo párroco había prohibido el acceso a los militares

Con armas de grueso calibre fue tiroteada en la provincia argentina de Neuquen una iglesia cuyo cura párroco había prohibido hace un mes mediante una norma pastoral el ingreso al templo y los beneficios de los santos sacramentos a todos los funcionarios militares de la dictadura instaurada tras el golpe de Estado de 1976.El cura párroco de la iglesia de Nuestra Señora de la Paz, Rubén Capitanio, entregó un documento y denunció el hecho en una conferencia de prensa: "Si este ataque" dijo, "es la respuesta cobarde y criminal a la reciente norma pastoral que hemos tomado para dejar perfectamente en claro cuál debe ser el comportamiento, de los cristianos, que así sea".

El párroco aseguró que los terroristas usaron armas sofisticadas con silenciadores. "Los disparos iban contra el sagrario y la imagen de la Virgen de la Paz, realizada y donada por Pérez Esquivel, el premio Nobel de la Paz.

El padre Capitanio mostró cápsulas de los proyectiles a los periodistas y aclaró que "el pueblo no tiene armas, y mucho menos de este tamaño". Dijo que no haría la correspondiente denuncia policial porque ya la Iglesia de Neuquen había expresado su protesta ante la pasividad de la policía en ocasión de atentados anteriores. Y recordó finalmente que "ahora se ha profanado un templo, pero, desgraciadamente, en nuestra patria Dios es Profanado diariamente de forma mucho más grave".