Sofisticados sistemas de control para la cárcel Lerida-2, que descongestionará la Modelo
Una plantilla de 150 obreros de la construcción trabajan aceleradamente en Lérida para que los primeros días de septiembre esté a punto la que ya se ha comenzado a llamar la nueva cárcel de Cataluña que servirá, al menos en su primer tiempo de funcionamiento, para descongestionar de internos a la superpoblada Modelo barcelonesa. La nueva prisión, Lérida-2, que contará con sofisticados mecanismos para controlar a los internos, está situada entre campos de frutales y a un tiro de piedra de la explanada que alberga tradicionalmente los carruseles de la fiesta mayor de la ciudad.
Pensado para unos 370 presos, el nuevo establecimiento penitenciario puede albergar, sin embargo, hasta 750 condenados, permanentemente vigilados por 18 cámaras de televisión conectadas a un circuito cerrado de fabricación americana. Los nuevos funcionarios tendrán que aprender a manejar las pantallas de video "y la mejor tecnología existente ahora en el mercado".Lérida-2 tiene una estructura descentralizada en sus instalaciones que nada tiene que ver con la disposición radial de la Modelo o incluso de la actual prisión provincial, Lérida-1, que funciona desde hace 20 años, justo al lado de la nueva construcción.
Sin llegar a la sofisticación de alta seguridad de Nanclares de Oca o de Herrera de la Mancha, Lérida-2 lleva incorporados elementos técnicos que, por una parte, proveen una mayor seguridad y, por otra, ofrecerán a los internos cierto confort. Cada una de las 380 celdas lleva instalado un megáfono que ofrecerá al interno el sonido de un circuito musical y también, simplemente apretando otro botón, le dará la opción de hablar con el funcionario de servicio.
Los obreros que construyen la prisión utilizan ya ahora en algunos casos el hilo musical en su trabajo diario. Este sistema megafónico, además de controlar mejor a cada uno de los presos, está encaminado a evitar, en lo posible, el contacto humano con los funcionarios, "ya que así se elimina en gran parte la posibilidad de chantajes", según ha explicado el técnico constructor.
Dos personas por celda
Una parte de las celdas, en número de 23, son de aislamiento -de castigo o protecciónpara in ternos amenazados-, pero de todas maneras tienen la misma su perficie que las demás: 9,27 metros cuadrados.Lérida-2 será un cárcel de cumplimiento de condena, y acogerá, con preferencia, los presos que ahora sobran en la Modelo de Barcelona. Ésta es la razón que hace suponer a los expertos que en cada celda individual se alojarán dos personas. La capacidad se doblaría así, al menos durante el tiempo que se tarde en construir una nueva prisión de Barcelona o en la Roca. Para finales de agosto o primeros de septiembre, este nuevo centro penitenciario de Lérida estará listo para ser amueblado y progresivamente ocupado por la plantilla inicial de 140 funcionarios y Ja primera remesa de internos.
Este será el momento de culminación de un proyecto para el que la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, 26 años atrás, compré 55.000 metros cuadrados de fértil huerta, junto a la actual prisión provincial. Un primer proyecto preveía la puesta en marcha en estos terrenos de una granja agropecuaria para que trabajaran en ella los presos de la cárcel, entonces todavía en construcción.
Inaugurada la prisión provincial, estos planes quedaron congelados y sólo con la llegada del director general Carlos García Valdés se trazó un nuevo proyecto en sustitución de la granja: un centro de rehabilitación de delincuentes de peligrosidad social.
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