Dimisión irrevocable del 'conseller' de Economía del Gobierno catalán

El conseller de Economía de la Generalitat, Jordi Planasdemunt, enunció ayer al Consell su intención irrevocable de dimitir de su cargo, por considerar negativo para el Gobierno y para su persona la reorganización gubernamental que el presidente, Jordi Pujol, materializó ayer mismo. Planasdemant anticipó esta decisión a Pujol el martes por la noche, durante una entrevista personal y lo comunicó a sus compañeros de gabinete poco después de que el Consell aprobara definitivamente el decreto que permite su remodelación.

Pujol ha creado las comisiones de asuntos políticos y económicos, eligiendo para presidirlas a los consellers de Gobernación Macià Alavedra, y de Obras Públicas, Josep Maria Cullell. El Departamento de Economía. queda así subordinado a Cullell.Finalizado el Consell de ayer, Pujol valoró en una conferencia de Prensa los cambios introducidos en el Consell y la potenciación de las figuras de Cullell y Alavedra. El presidente afirmó en un momento determinado que no- tenía voluntad de alterar la composición de su Gobierno y que los cambios habían sido bien aceptados por todos y asumidos por todo el Consell, confirmando, así, que, pese a la constitución de esas dos grandes áreas, cada conseller conservaría su titularidad actual. No se refirió a a la dimisión presentada por Planasdemunt, salvo para decir que reconocía la existencia de "problemas de encaje en los Departamentos de Economía y Trabajo".

Aplazar la dimisión

Fuentes políticas solventes manifestaron a EL PAIS que, cuando Planasdemunt anunció su intención de dimitir inmediatamente, Pujol le pidió que pospusiera la decisión hasta su regreso de Toulouse, a donde viaja hoy invitado por el presidente del Consell del Midi-Pyrènèes. El presidente pídió entrevistarse con Planasdemunt el próximo lunes, "con la intención de hacerle reconsiderar su postura", a lo que el conseller accedió, posponiendo la dimisión. Las mismas fuentes aseguraron a este diario que esa conversación no impedirá la marcha de Planasdemunt, y pusieron como ejemplo de su decidida voluntad de dimitir el que también anunciara ayer al Consell que no volvería a comparecer ante el Parlament, donde había sido convocado la semana próxima para tratar en comisión parlamentaría del presupuesto de la institución catalana y del sistema financiero.Las palabras de dimisión de Planasdemunt, quien hizo que constara en acta su disconformidad con la reorganización aprobada, fueron acogidas en silencio por sus compañeros. Cullell, a quien el dimisionario había comentado anteayer que se dispusíera a defender los presupuestos en el Parlament, guardó silencio. Muy probablemente, cuando se consume la baja del conseller de Finanzas, Cullell sea nombrado para este cargo, eliminándose así el absurdo que representa que el titular de un departamento menor, como Obras Públicas, coordine, oriente y tenga competencias sobre el responsable del área económica, cuando en todos los gobiernos occidentales la concentración de poder se da en el ministro económico. El puesto de Cullell en Obras Públicas podría ser desempeñado por el actual secretario general técnico del Departamento, Albert Villalta.

Pujol desestimó otras soluciones

Precisamente se ha sabido ahora que Pujol desestimó una propuesta del propio Planasdemunt para reorganizar el Consell sin estas contradicciones. El res ponsable económico del autogobierno catalán sugirió que Cullell coordinara los departamentos inversores en lugar de los eco nómicos, al ser Obras Públicas la que más inversiones reales tiene presupuestadas. Esta Comisión de Inversiones debería marcar las preferencias y Economía y Finanzas los ritmos, quedando Planasdemunt como un conseller paralelo a Cullell, sin competen cias sobre la comisión pero tampoco subordinado a éste. Que Jordi Pujol no aceptara esta su gerencia se interpreta en determinados medios del Gobierno catalán como que el presidente había adquirido un compromiso con sus compañeros en la dirección de Convergència -Roca, nuevo secretario general de CDC, Alavedra y Cullell-, al que cualquier otro interés debia supeditarse.