Bellas Artes

Uno, como cronista por libre de la Villa, lo tiene escrito/reescrito: Madrid es un casa-por-casa, una bayoneta calada de la cultura y la política, que explica el que las medianerías de la Plaza Mayor estén habitadas por gabachos emparedados de cuando la francesada, que por cierto se conservan muy bien, y maestro Haro-Tecglen lo sabe.El penúltimo casa-por-casa madrileño, el del 36/39, duró tres años, o sea el Glorioso Alzamiento, que ya el, nombre lo dice, y luego, con la democracia, el cambio, el socialismo y Fernando Arrabal entre otras catástrofes" ha venido la guerra del Ateneo -una casa-, que Pacordóñez perdió por delicadeza, como Rimbaud, y que ahora está en tablas. O sea, el Ate neo hecho una almadía.

Y después, hoy mismo, ya, cautivo y desarmado el ejército rojo (aunque Gerardín y yo tuvimos una buena movida festera en San Fernando de Henares, el sábado) se inicia el nuevo casa-por-casa de otra famosa casa del barrio, en Alcalá: el Círculo de Bellas Artes Paco Calvo-Serraller es el capitán malayo -una mujer, una vez, ay, me llamó "capitán malayo", algo hermoso por absurdo- de esta bayoneta calada. Tienen ganas de moverse, antenas mil, sobre todo son artistas, hasta tienen una Minerva de José Luis Medina Castro, mi paisano y amigo, y un buen rollo, talleres de arte, teatro, vídeo cine, música, socios, imaginación, restaurante, una torre, biblioteca, happenings (como buenas carrozas con trenka, de los que detecta Rosa Montero, todavía creen en la. vigencia del happening), cafés, ter tulias, libros, entrada libre, "pecera" y marcha (varías palabras cheli en su parte de guerra, y aún me dice Affonso Sastre, paternalista que el cheli no existe).

El gran Luis Berlanga y yo, que tampoco nos estamos quietos, tu vimos una vez el proyecto de tomar, por asalto el Casino de Madrid, languideciente, también en Alcalá, y que es pura Restauración/Regencia, y convertirlo en Marienbad de todos los ocios y todas las vanguardias.

Numereros que somos (el otro día, aquí, el marcianito me ha escrito "numerosos" por numereros).

Bellas Artes, decadescente y arruinado de malas gestiones, entre ellas la de Avalos/Cuelgamuros, cuando fue presidente, se ha salvado, de manera no muy airosa, mediante un bingo, como tantos viejos y hermosos sitios madrileños de nuestro "Madrid posible e imposible", que dijera Juan Ramón.

Ya que la batalla del Ateneo prácticamente se perdió, ahora viene, con junio entrante, la batalla de Bellas Artes. Chirino, Amalia Avia, Badía, Fermía Cabal, Francisco Calvo Serraller, Camas, Canogar, Fajardo, García-Ramos, Genovés, Marisa González, Gonzáfez Delgado, Concha Hermosilla, Tomás Marco, Martín Patino, Josefina Molina, María Montero, Lacio Muñoz y Carlos San Román son la infantería de esta guerra incruenta.

El Círculo tiene más de un siglo. Ahora iban a liquidar la sociedad -los de siempre- y sus fondos artísticos. El edificio -una rara acumulación de maletas o así, "arquitectura racional" y precatálogo, como todo Alcalá/Gran Vía- es obra de Palacios y Ramilo, autor también de Nuestra Señora de las Comunicaciones (Correos), Central, Hispano (antes Mercantil) y Red de San Luis, que era el lujo de la Gran Vía, bestialmente barrida por el tecnofranquismo.

Hoy se ponen en pie Cecíllo Pla, Lizcano, Palmaroli, Rusiñol, Mir, Ricardo Baroja (personaje mucho más apasionante que don Pío), Zubiaurre, Chicharro, Sotomayor, Benedito, Solana, Benlliure, Capuz, Juan Cristóbal, Adsuara, Goya y Vázquez Díaz, y la esbelta hueste de los sótanos se encuentra con la plural hueste de los vivos bajo la Minerva de encargo de Medina Castro.

Van a enfrentarse con el tardofranquismo económico/administrativo para ganar otra casa de la cultura en Madrid, mientras el ministro Solana arrima el hombro guateado de autoridad.

Cultura y convivencia son hoy batallas y bayonetas caladas que hay que ganarle a la inercia/incuria cuarentañista, en el casa-por-casa de la democracia. Madrid reflorece de libertades, mejor que de premios. Siempre estamos tomando Madrid.