Un guardia civil auxiliar confiesa haber dado muerte a un joven en Oviedo

Un guardia civil auxiliar que prestaba servicio militar en este cuerpo en el puesto de Mieres, Luis Alfonso García Fernández, de dieciocho años, se confesó autor del disparo que el pasado martes le costó la vida a otro joven de su misma edad, Marino Donato Casero Fernández. Los hechos ocurrieron a media tarde en una calle céntrica de Oviedo, tras una discusión que mantuvieron dos pandillas de jóvenes a las que pertenecían tanto la víctima como el agresor. Luis Alfonso García se presentó voluntariamente en la comisaria de policía de Oviedo acompañado de un abogado.

Según señaló ayer en conferencia de prensa el jefe superior de Policía de Oviedo, tras las declaraciones de todos los testigos e implicados, se deduce que tanto la víctima como el agresor estaban fuertemente alcoholizados y actuaron bajo esos efectos. El pasado martes fue la fiesta del bollu en Oviedo, y en ese día es muy habitual que se ingieran grandes dosis de vino.

Según las declaraciones de la mayoría de los implicados, la discusión entre las dos pandillas se inició al apoyarse una chica del grupo agresor en el coche donde estaban metidos los tres miembros del grupo contrario, entre ellos la víctima. Por esta razón se inició una discusión entre Marino Donato Casero y otro joven. Según los implicados, Marino Donato esgrimió una navaja y amenazó a otro joven de la pandilla rival. "Fue en ese momento cuando yo, al ver que Donato amenazaba a mi compañero con la navaja y podía ir a más, cuando saqué la pistola, le intimidé, y como él seguía amenazante, opté por disparar", según confesó el propio Luis Alfonso García. El jefe superior de Policía confirmó ayer que había sido intervenida la navaja y que Luis Alfonso García sustrajo la pistola a un compañero guardia civil.