_
_
_
_
Tribuna:DUODÉCIMA CORRIDA DE LA FERIA DE SAN ISIDRO
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Los detractores

Desde que existe, la fiesta brava ha tenido sus detractores. Ya en 1567 el Papa Pío V publicó una bula que amenazó de excomunión a los fieles que asistieran a las corridas de toros; otros pontífices secundaron la iniciativa, pero se siguieron lidiando toros en España. Lope de Vega, Jovellanos y Larra eran más bien antitaurinos; les tocó vivir algunas de las épocas más gloriosas del toreo. A comienzos de este siglo, Eugenio Noel hizo de su antitaurinismo una obsesión; recorrió la piel de toro de cabo a rabo para declarar que absolutamente todos los males de la patria eran consecuencia de los toros y el flamenquismo, pero la gente sólo se rió de él y murió amargado. Y de cuando en cuando saltan al ruedo novedosos enterradores de la fiesta.Los detractores hoy en día están mejor organizados que antes, como se desprende de una entrevista con Manuel Muñoz Peces Barba (primo del presidente del Congreso de los Diputados) y Jorge Roos, pertenecientes a, entre otros organismos, la Sociedad Protectora de Animales y Plantas y la Asociación para la Defensa de los Derechos del Animal.

Más información
Rechazados los toros del conde de la Corte
Galdós y los toros

"Las corridas son un acto de corrupción, una degradación moral y mental", afirma el primero. "Es una escuela de sangre y violencia que crea en los niños una escuela de terrorismo". El segundo mantiene que la corrida es "un linchamiento. Es algo así como si el presidente Reagan de repente autorice el regreso de los linchadores del Ku Klux Klan". Cuando un interlocutor protestó que la vida de un hombre vale más que la de un animal, Roos insistió en que "no hay ninguna diferencia, es la actitud que crea la ofensa".

Estas sociedades en España critican en especial a los empresarios que manejan la fiesta. "Ya que la afición está agonizando, la empresa de Madrid intenta engañar a los niños, presentando festivales taurinos en los colegios", dijo Peces Barba. Se cursaron telegramas a tres ministros y se evitó este peligro. También han hecho 12 peticiones al Ministerio de la Presidencia: dos de ellas piden que el Código Penal castigue ofensas a los animales y que se vuelva a prohibir la entrada a las plazas a menores de 14 años de edad.

Su última gestión fue mandar una larga carta al alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván, para protestar un reciente artículo suyo en defensa de la fiesta brava. "Como catedrático de Derecho, socialista y alcalde, el artículo de Tierno fue una equivocación", dijo Peces-Barba. "Ha querido darnos lecciones de sangre y muerte".

"Es necesaria, una formación moral del ciudadano", dice Peces Barba, "una educación cívica para que el español respete a todo lo que le rodea". Roos cita al parlamentario irlandés Edmund Burke: "Para que el mal triunfe, sólo es necesario que las buenas gentes no hagan nada".

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_