Morán obtiene en Malabo garantías de que el sargento asilado no será ejecutado
El ministro español de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, negó ayer a un compromiso en Malabo, en una entrevista con el presidente ecuatoguineano, teniente coronel Teodoro Obiang Nguema, por el que España entregará a las autoridades de Guinea Ecuatorial al sargento rebelde Venancio Miko a cambio de la garantía de que no será ejecutado. En una conversación telefónica con EL PAIS, el encargado de negocios de la Embajada de España en Guinea Ecuatorial, Norberto Ferrer, expresó un "cierto optimismo" y afirmó que se podía llegar a un pronto desenlace de la crisis surgida en las relaciones entre Madrid y Malabo a raíz del asilo concedido en la representación diplomática española el 13 de mayo al sargento Venancio Miko, presuntamente involucrado en una conspiración contra el régimen de Teodoro Obiang.
Norberto Ferrer precisó que, una vez devuelto a las autoridades de Guinea Ecuatorial Venancio Miko, según el principio de acuerdo esbozado por Morán y Obiang el sargento golpista dispondría de la asistencia de un letrado español, como asesor del abogado defensor ecuatoguineano, y en todo momento podría ser visitado en la cárcel por un diplomático español para cerciorarse de su estado físico y solicitar eventualmente el concurso de un médico. Con esta medida se intenta evitar que el sargento pueda ser sometido a torturas. La situación ayer en el país, según manifestó el presidente Felipe González, y comprobó en Malabo nuestro enviado especial, Miguel Angel Aguilar, era de absoluta normalidad.
El ministro de Asuntos Exteriores español dijo a la televisión ecuatoguineana, a su llegada a Malabo, que "la política del Gobierno socialista es mantener la cooperación desde un respeto escrupuloso a la independencia de Guinea". El gobierno ecuatoguineano sugirió al ministro que su entrevista con el presidente Obiang debería ser retrasada hasta hoy. Fernando Morán advirtió que sus compromisos le exigían abandonar Guinea Ecuatorial anoche mismo y que, si no era recibido, daría por cancelada su misión. El ministro español de Exteriores entregó al presidente Obiang un mensaje de Felipe González en el que éste prometía la continuación de la ayuda económica y de la cooperación en el desarrollo de Guinea Ecuatorial.
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La información sobre Guinea Ecuatorial ha sido elaborada, desde Malabo, por el enviado especial de EL PAIS,
El presidente Obiang iba a ser asesinado durante un viaje al continente, según el ministro guineano de Exteriores
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El ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, mantuvo ayer en Malabo una entrevista con el presidente de Guinea Ecuatorial, teniente coronel Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, en un viaje relámpago a la antigua colonia española, para tratar de obtener información de primera mano y al más alto nivel sobre el intento de golpe de Estado. La conspiración fue, según Morán, abortada el día 12 de mayo, pero otras fuentes diplomáticas aseguran que en realidad fue reventada dos días antes.
El ministro llevaba en cartera la búsqueda de una salida al problema creado a las autoridades diplomáticas españolas en Malabo por la petición de asilo de uno de los presuntos participantes en la intentona, el sargento Venancio Miko, refugiado en la Embajada de España desde el pasado día 13, cuando consiguió escaparse durante un interrogatorio.
El termómetro del aeropuerto de Malabo registraba 38 grados cuando se abrieron las puertas del avión Mystere Falcon que llevó al ministro a Malabo. Al fondo de la pista, el ministro y su séquito fueron recibidos por su homólogo guineano, Marcelino Nguema. Sobre la pista del aeropuerto, dos aviones Yack y un aparato de hélice Antonov de fabricación soviética. Más allá, un Aviocar Casa-212, de la misión española.
El ministro giaineano de Exteriores informó a Fernando Morán que lo previsto por su Gobierno era que hasta el miércoles no se celebrase la entrevista con el presidente Obiang. El jefe de la diplomacia española explicó de forma reiterada que sus compromisos del miércoles, un Consejo de Ministros que comienza a las nueve de la mañana, y la llegada a España de su colega belga Leo Tindemans le impedían permanecer en Malabo. De no poder ser recibido por el jefe del Estado ecuatoguineano advirtió que se vería forzado a regresar a Madrid acto seguido.
Silencio sobre los barcos
Fuentes de la Embajada española informaron de la existencia de un clima de "buen entendimiento" y "cordialidad" entre las dos partes. ,
El Gobierno español guardó ayer silencio sobre el envío de unidades de la Armada a las cerca nías de Guinea Ecuatorial, y el Ministerio de Defensa insistió en que se trataba de unas maniobras pre vistas en la zona de Canarias, donde se encuentran actualmente tres buques recién llegados de Cádiz. Son el transporte de ataque Aragón, en el que pueden viajar hasta 1.600 infantes de marina, la fragata Asturias y el petrolero Teide.
También se mencionó la partida del buque anfibio Velasco que, como los anteriores, estaba previsto que participara en la jornada de puertas abiertas de la Marina en Cádiz.
Según una información recogida en fuentes diplomáticas españolas en Malabo, el ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno ecuatoguineano, Marcelino Nguema Onguene, aseguró que los participantes en el golpe de Estado fallido "intentaban asesinar al presidente Obiang, durante un viaje oficial de éste a la región continental para inaugurar una central eléctrica construida por los chinos".
Aunque el ministro no facilitó detalles sobre el número de detenidos o de posibles muertos cuando dio explicaciones al cuerpo diplomático acreditado en Malabo, otras fuentes citadas por la agencia Efe hablan de hasta un centenar de detenidos. El portavoz del Gobierno, Constantino Ochaga Nve, es citado también con una referencia "a los conspiradores que pretendían desviar el proceso democrático del país".
Según las fuentes oficiales citadas por Efe, el promotor del golpe fue un ex comisario de la Presidencia, Carmelo Owono Ndongo, que se encuentra detenido en Mongomo, su pueblo natal, que ha dado nombre en la política guineana al llamado clan Mongomo.
Al referirse al sargento Miko, asilado en la misión española, después de que al parecer le fuera rechazado dicho asilo en las embajadas de Francia y de la URSS, el canciller dijo que "había cometido un delito común en grado de frustración" y que su Gobierno "no podía aceptar el asilo, ni permitir el desplazamiento del implicado fuera del país".
Otras cabezas visibles del compló, según las mismas fuentes, son personas próximas al propio Obiang, corno Pablo Obama Esono, ex comisario de Comercio y director general de Agricultura; Norberto Ela, director general de Obras Públicas; Jaime Obama Owono, ex director general de Armamento, así como el mayor Bamler y el ex vicepresidente y excanciller de Macías, Bonifacio Nguema. El delegado en la ONU, Florencio Mayé, desmintió ayer rotundamente toda implicación en la intentona y expresió su "adhesión inquebrantable" a Obiang.
El canciller guineano aseguró que el juicio a los conspiradores sería público. Sobre la lista de implicados distribuida por Efe, fuentes de la Embajada española en Malabo dijeron a EL PAIS que no podía considerarse definitiva y que era necesario "dar una segunda lectura" a algunos de los nombres.
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