La deuda exterior española / y 2
En la primera parte de este artículo (EL PAIS, 17 de mayo de 1983) se aludía a unos cuadros que tratan de probar que la capacidad de endeudamiento de la economía española no está agotada. Esta segunda parte completa la prueba con alguna información adicional.
En el cuadro número uno puede observarse que España ocupa, por el volumen de su deuda exterior, el cuarto lugar entre los países industrializados. El cuadro número dos indica que la economía española puede compararse favorablemente con las de otros países europeos, calificados como AAA, por la proporción de su deuda exterior respecto al PIB, mientras que, según el cuadro tres, el servicio de la deuda en relación con las exportaciones de bienes y servicios está en un nivel algo más alto que el de los países con los que se establece la comparación, si exceptuamos Dinamarca.Otro de los criterios utilizados para contrastar la solvencia de un país es calcular durante cuántos meses podrían sus reservas cubrir las necesidades de financiación exterior, en el supuesto desfavorable de que una pérdida total de con fianza en su capacidad de hacer frente a sus compromisos financieros le impidiera el acceso a los mercados industriales.
Niveles soportables
Los cuadros que aparecen en el cuadro cuatro se han obtenido calculando: 1. Las necesidades de financiación exterior, es decir, el déficit por cuenta corriente previsto, más los pagos por amortizaciones, menos la entrada de divisas por conceptos tales como inversiones directas, ayudas bilaterales y multilaterales o cualquier otro posible incremento en las reservas. 2. Dividiendo el volumen de reservas (con el oro valorado al precio del mercado) por las necesidades de financiación y multiplicando el resultado por 12.
Generalmente se considera un buen nivel de reservas el que sirve para cubrir las necesidades de financiación del país durante seis o más meses. No es fácil, por tanto, concluir a la vista del cuadro cuatro que la deuda exterior española haya alcanzado unos niveles insoportables.
Además de la calificación que las agencias de rating norteamericanas asignan a los países que se lo solicitan, algunas de las más prestigiosas revistas financieras internacionales publican sus propias clasificaciones de países atendiendo a la calidad crediticia de éstos.
Así, Institutional Investor, en la clasificación que elabora cada seis meses, colocaba el pasado mes de marzo a España en la posición número 24 (con una puntuación de 62,6 puntos sobre un máximo posible de 100), ganando de esta forma un puesto respecto al que ocupaba en la clasificación de septiembre de 1982 (aunque con una pérdida de 2,1 puntos).
Número 13 del 'ranking"
Por su parte, la revista Euromoney, en septiembre de 1982, colocaba a España en la posición número 13 de su clasificación, dándole 86,6 puntos sobre un máximo de 100, y afirmando que los riesgos por encima de 80 pueden calificarse de excelentes.
Así las cosas, queda preguntarse cómo evolucionará la deuda exterior durante 1983. De acuerdo con los planes hechos públicos por el ministro de Economía, el endeudamiento bruto será de unos 5.200 millones de dólares, de los que 3.000 constituirán el endeudamiento del sector público (1.100 en deuda directa del Tesoro y 1.900 para ICO, INI, Renfe y Telefónica) y los restantes 2.200, el del sector privado.
Como los pagos por amortizaciones serán de unos 3.000 millones de dólares, el endeudamiento neto durante 1983 tendrá un valor equivalente en dólares de 2.200 millones. Esto supone que durante el año en curso el incremento del conjunto de nuestra deuda exterior será del 7,65%.
En lo que va de año, las más importantes captaciones de fondeos en el exterior se han llevado a cabo por Iberduero, Sevilla de Electricidad, ICO y Renfe.
El INI, por su parte, abrió a la sindicación un crédito en dos tramos: uno en pesetas (25.000 millones) y otro en dólares (200 millones). Este último, ya mencionado en la primera parte de este artículo, constituyó un rotundo éxito, no sólo porque inicialmente el objetivo fijado era de 160 millones, sino porque el selldown (*) alcanzado fue del 70%, cuando ya un selldown del 30% al 50% suele considerarse afortunado.
Tras la redacción de la primera parte del artículo, Portugal ha negociado con el Banco Internacional de Pagos de Basilea (BIP) una operación swap, cambiando parte de sus reservas de oro por la liquidez en divisas que el BIP le suministraba. No debe, sin embargo, confundirse esta operación con la sindicación en el euromercado de un préstamo para Portugal por valor de 300 millones de dólares, a la que también aludimos anteriormente.
Las cifras que se han utilizado en este artículo provienen de fuentes consideradas fiables, aunque hay que dejar constancia de que, a veces, tales fuentes difieren apreciablemente en sus informaciones. Se ha procurado, en consecuencia, hacer uso únicamente de aquellos datos que parecían más sólidamente fundados.
Sobre el estado actual de nuestra deuda exterior creemos que con lo dicho basta. A la desinformación, diremos, con el más grande de nuestros clásicos, "castíguela su pecado, con su pan se lo coma y allá se lo haya".
* El selldown es la porción del préstamo que los bancos directores de la operación venden a otros bancos más pequeños.
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