La dioxina en un matadero.
Autobuses de la gendarmería francesa aparecen estacionados frente a la casa del carnicero jubilado de 70 años Andre Droy, en el pueblecito francés de Anguilcourt-le-sart. Detrás del primer edificio, en el cobertizo que se advierte en la fotofrafia y que es un viejo matadero, estaban almacenados, desde noviembre de 1982, los 41 barriles con restos de dioxina tóxica, procedentes de Seveso, y buscados por la policía en varios paises de Europa. El descubrimiento del lugar se hizo el jueves pasado, después de que declarara el dueño de la empresa de transportes que llevó los bidones hasta el lugar y que estaba encarcelado desde el 30 de marzo, por negarse a revelarlo.
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