Réplica a un editorial

Como profesores no numerarios de las facultades de Ciencias Químicas, Físicas, Matemáticas y Biológicas de la universidad de Valencia, nos dirigimos a usted, en nombre de la asamblea de PNN de las cuatro facultades, para replicar al editorial del 13 de mayo de 1983 titulado La necesaria reforma universitaria, en el que EL PAIS toma claramente posiciones a favor de las tesis ministerio-funcionariales.El editorialista entra en el tema del profesorado dando palos a siniestro, porque lo que es a diestro, ni uno. Según él, el gangrenado problema del profesorado se debe a la proliferación de PNN, y se hubiera solucionado o se. solucionaría, mira por dónde, mediante la proliferación de funcionarios. Ante esta inadmisible presentación del problema del profesorado, se nos ocurre preguntarle al editorialista: puestos a hablar de gangrena, ¿qué tal en el profesorado numerario? Y puestos a curar la gangrena de los PNN, ¿qué tal el contrato laboral?

Nos encontramos con la misma concepción de siempre: aquí no hay más profesores que los funcionarios, y los demás, aunque sean mayoritarios, sólo son, y serán, unos pobres meritorios de funcionario, en condiciones de infracontratación.

La única cosa, pues, que perece que pretende cambiar la LRU, en este tema, es el peso relativo de unos y otros en la futura Universidad. ¡Menudo cambio!

Por otra parte, la funcionarización como vía exclusiva (¡otras exclusivas nos gustaría ver exigidas!) es un atentado frontal a la autonomía que ha de tener cada Universidad en cuanto a la contratación de profesorado.

Amputar la posibilidad de un profesorado propio de las diferentes universidades, con los derechos y deberes que marquen sus estatutos, es una muestra de hasta dónde es capaz de llegar una política centralista y centralizadora. ¿Qué universidad no ha contemplado este tipo de profesorado, esta competencia irrenunciable, en la redacción de sus propios estatutos? ¿Dónde está el respeto a la autonomía y a los pronunciamientos democráticos y mayoritarios de cada universidad?

Finalmente, una cosa nos resta por decir: es una burda mentira que los PNN hayamos exigido "la incorporación vitalicia a los puestos universitarios de todos los miembros de ese estamento, sin contraste de méritos y de competencia".

Aquí no hay más vitalicio que el funcionario, y eso lo saben hasta los gatos.

Que se diga que la contratación laboral garantiza un pueto vitalicio es una tergiversación informativa y una burla para los miles de trabajadores que, con su contrato laboral debajo del brazo, se están quedando sin empleo. /