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El Gobierno socialista destina a Guinea Ecuatorial en 1983 igual ayuda económica que la adjudicada el año pasado

El Gobierno español ha decidido asignar a su antigua colonia de Guinea Ecuatorial unos 1.400 millones de pesetas como ayuda económica en el presupuesto que actualmente se debate en las Cortes y que comprende el año 1983. Las amenazas veladas en sectores oficiales, hace unas semanas, en el sentido de que esa ayuda quedaría congelada hasta que las autoridades de Malabo no se comprometieran a una administración menos corrupta de la misma, no parece que vayan a cumplirse. Expertos no gubernamentales en el tema guineano afirman que el Gobierno está cometiendo los mismos errores que sus antecesores.

La cantidad, que es prácticamente la misma que la asignada a Guinea Ecuatorial en los Presupuestos del Estado del año anterior, se reparte entre varios ministerios, correspondiendo al de Asuntos Exteriores un total de 190.364.000 pesetas, que se repartende la siguiente manera: 147 millones y medio para compra de bienes y servicios y 42.800.000 pesetas para transferencias corrientes.Aunque el director de la Oficina de Cooperación con Guinea Ecuatorial del Ministerio de Asuntos Exteriores, Ricardo Peidró, no desea, en estos momentos, responder directamente a las cuestiones relacionadas con la revisión que el Gobierno ha planteado sobre el futuro de las relaciones con la antigua colonia, los portavoces del departamento aseguran que se intenta controlar más eficazmente la administración de la ayuda económica.

En lo que no parece que exista ninguna preocupación por parte de las autoridades españolas es ante la posibilidad de que en breve el régimen de Malabo decida su ingreso en la Unión Aduanera y Económica de África Central (UDEAC), la llamada zona francófona, acuerdo que puede formalizarse durante la escala que efectuará en la capital guineana el presidente. francés, François Mitterand, el próximo 22 de junio.

Se repiten los errores

Expertos españoles, no gubernamentales, en el tema de Guinea consideran que el actual Gobierno socialista está cayendo en los mismos errores de planteamiento y actuación que los anteriores. Uno, de esos errores consiste en el mantenimiento de la comisión mixta, organismo que no tiene ninguna funcionalildad práctica y que no sirve para obtener la información o ejercer la presión necesaria para sacar rendimiento a la ayuda española y para conseguir una estabilidad económica en el país. Actualmente la comisión la preside el subsecretario de Exteriores, Gonzalo Puente Ojea.En opinión de estos expertos, España debería contar con un enviado especial del Ejecutivo, con plenos poderes para ejercer ese control, y con una comisión parlamentaria que viajara regularmente a Guinea para observar la situación. Esto convencería a las autoridades de Malabo de la seriedad del compromiso de la antigua metrópoli con el desarrollo del único país de lengua y cultura española en el África negra. La renta per cápita, en 1968, año de la descolonización, que era la más alta del continente, con cerca de 270 dólares, apenas ronda ahora los 60 dólares anuales (algo más de 8.000 pesetas).

La entrada de Guinea Ecuatorial en la UDEAC y en el Banco de Estados de Africa Central, objetivo de los dos vecinos africanos, Gabón y Camerún, ambos francófonos, y a los que París no dará su consentimiento si no es con la anuencia del Gobierno de Felipe González, representará una pérdida progresiva de la presencia española en la pequeña nación africana de 350.000 habitantes.

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El peligro de sovietización de ,Guinea durante el régimen del dictador Macías parece alejado con su sucesor Obiang, sobre todo después de que, a petición española, durante el Gobierno Suárez, Estados Unidos decidió instalar un embajador con residencia en Malabo.

Pero la falta de interés real de Madrid en el futuro de Guinea no ha variado en los últimos años, ni parece que vaya a cambiar con el nuevo Gobierno socialista. Esto, unido a la mayor preocupación de Francia por la zona, podría llevar a norteamericanos y franceses a la conclusión de que la occidentalidad de Guinea Ecuatorial estará más asegurada si el país entra en la órbita francófona, que si sigue en la española.

"La entrada de un país en el Banco Africano y, por tanto, en la zona del franco, significa el soldamiento de su moneda al franco francés y la dependencia financiera y económica del país con relación a Francia y con exclusión de otra autoridad externa a la zona", afirma un informe preparado por la Oficina de Cooperación con Guinea Ecuatorial de¡ Ministerio español de Asuntos Exteriores, al que tuvo acceso El PAIS (véase la edición del día 23 de abril de 1983).

Desde que a finales de abril estuvo en Madrid una delegación guineana, presidida por el primer ministro, Cristino Seriche, y en la que éste expuso la intención de Malabo de adherirse a la zona del franco, compuesta por Gabón, Camerún, Congo y la República Centroafricana, las autoridades españolas no han hecho pública ninguna reacción ni han tomado ninguna medida para evitarlo.

Un portavoz de Asuntos Exteriores manifestó, a preguntas de este periódico, que "todo está en estudio" y que no hay por ahora fecha fijada para la reunión de la comisión mixta hispano-guineana, ni se ha aceptado la invitación hecha por Seriche para que el presidente González viaje a Guinea en breve.

De momento, la ayuda española sigue enviándose a Guinea y destinándose, en parte, a pagar a los 350 cooperantes españoles que trabajan en el territorio y los sueldos de los 600 soldados marroquíes que protegen al presidente Teodoro Obiang. El resto, según las denuncias que salen a diario de visitantes españoles y de la cada vez más numerosa y organizada oposición guineana en España, se lo reparten el propio presidente y sus ministros, en un montaje de explotaciones agrícolas que sólo existen sobre el papel y unos créditos que no se invierten realmente en el progreso de la nación.

84 plazas de profesorado

El Gobierno español convocó ayer un concurso de méritos para la provisión de 84 plazas de profesorado para Guinea Ecuatorial, con una retribución de 125.000 pesetas mensuales para los titulados, superiores. Las plazas serán para el curso 1983-1984.Según la orden del Ministerio de Asuntos Exteriores, que publica el Boletín Oficial del Estado, se abre un plazo de un mes para presentar solicitudes. Los titulados de enseñanza primaria, maestros de taller o asimilados percibirán 100.000 pesetas cada una.

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