Encierro de los trabajadores de la empresa Mimos
Los trabajadores de la empresa asturiana Mimos, en su mayoría minusválidos, a quien la empresa les adeuda ocho meses de salario, cumplen hoy su decimosexto día de encierro delante de la puerta de la fábrica, en cuyo lugar han instalado tiendas de campaña y barracones para protegerse de las inclemencias del tiempo. Algunos trabajadores protagonizaron días pasados cortes de tráfico y han recorrido en vehículos las calles de Oviedo haciendo sonar su bocina en señal de protesta y para llamar la atención acerca de su situación.Las deudas de esta empresa, cuyos trabajadores consideran que se puede rentabilizar con una mejor gestión empresarial, ascienden a casi 100 millones de pesetas, 11 de los cuales corresponden a salarios impagados.
Por otra parte, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social ha dictado una resolución por la que obliga a la dirección de la empresa a reintegrar 41 millones de pesetas otorgados en concepto de subvención en mayo del pasado año, así como los intereses devengados, al incumplir los compromisos contraídos con el Fondo Nacional de Protección del Trabajo en materia de contratación de minusválidos y por la desviación del dinero. Por aquella subvención, la dirección de Mimos recibía 41 millones de pesetas destinados a la adquisición de maquinaria a cambio de crear 100 puestos de trabajo.
En 1980, fecha en la que se puso en marcha, la Administración concedió 25 millones de pesetas para la adquisición de locales y compra de maquinaria, comprometiéndose el empresario a crear 50 puestos de trabajo para minusválidos, compromiso éste que tampoco se llevó a cabo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.