Moral hipócrita

Leo con asombro en EL PAÍS del domingo 8 de mayo la noticia de que un párroco de Pozuelo de Alarcón se ha negado a bautizar un hijo de madre soltera colectivamente con otros niños, alegando que trataba de evitar el bochorno de la madre y el escándalo de los fieles. Es indignante que en una sociedad democrática justa existan estas discriminaciones. ¡Y éstos son los honorables, católicos que muestran su caridad marginando a los pecadores!Soy madre soltera y he sufrido en mi propia persona y en la de mi hijo las miradas despreciativas y actitudes humillantes de las personas que se consideran tan honestas y santas que hernos tenido que ir por el mundo pidiendo que nos perdonen la vida por haberles escandalizado.

Y estos mismos señores son los que están en contra del aborto: "No se puede decidir por una persona que aún no ha nacido, no se puede asesinar a niños inocentes", dicen. ¡Pero sí que se puede asesinar moralmente a la madre que ha decidido traer un hijo al mundo sin haber sido bendecida! ¡Y a este hijo, por ser producto del pecado! ¡Despreciarlos, que son unos pecadores!

Ésta es la caridad que predican los curas y las monjas en las iglesias y en las instituciones religiosas. ¡Ésta es la moral hipócrita de esta sociedad! Y estas mismas personas serán las que, ante una hija embarazada, la mandarán en viaje de estudios a Londres, ¡y aquí que nadie se entere de nada, que somos personas honestas...

Ésta es la moral hipócrita de los católicos que sólo les interesan las buenas apariencias, el ser caritativos cara al exterior. Estas personas que tanto se escandalizan de los demás, más les valdría que, siguiendo las enseñanzas de Jesús, meditaran sus palabras: "Quien esté libre de culpa, tire la primera piedra". /