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El Fondo adjudica Banca Catalana al grupo de bancos privados

Los empleados inician una marcha hacia Madrid para protestar por la venta

Un grupo de cerca de 700 empleados de Banca Catalana inició anoche una marcha en autocares desde el Paseo de Grácia barcelonés hacia Madrid, con el objetivo de influir en el presidente del Gobierno, Felipe González, y, en la Asociación Española de Banca Privada (AEB), para que no se culmine la operación de traspaso de la entidad y sus dos filiales industriales al pool bancario. Los trabajadores temen que con esa operación se pierda la unidad y catalanidad del grupo bancario, y que con ello peligren sus empleos.A los autocares salidos de Barcelona se les unirá otro procedente de Tarragona. Los protagonistas de la marcha esperan reunirse en Madrid con otros compañeros suyos -unos 200- que trabajan en las oficinas madrileñas del grupo. Su objetivo es acudir a la Moncloa, residencia oficial del presidente del Gobierno, ante la que confluirán, al parecer, simultáneamente al inicio de la celebración del Consejo de Ministros. También tienen previsto acudir a la sede de la AEB y posiblemente al Banco de España.

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Un grupo de empleados de las oficinas de Banca Catalana en Madrid entregó ayer al vicepresidente del Gobierno, Allfonso Guerra, un escrito en el que solicitan que el Estado ejerza el derecho de tanteo sobre el grupo catalán.

Acusaciones de oportunismo

El escrito recuerda que el programa del PSOE aseguraba que el Estado ejercería el derecho de tanteo sobre aquellas entidades para cuyo reflotamiento se hubieran utilizado importantes cantidades de fondos públicos, y se refieren al volumen de dinero utilizado para normalizar Banca Catalana. Asegura el escrito que la oferta del pool -aceptada por el Fondo- es "oportunista" y "poco ética, al haber dejado que se agrave la situación y así comprar barato", y comprende la reducción de plantillas, por lo cual, según el escrito, serían los trabajadores quien es pagarán al final los resultados de una mala gestión de los anteriores responsables del grupo.Otra acción de protesta protagonizada por los trabajadores de Madrid fue el encierro en la oficina principal del grupo, iniciado a las tres de la tarde de ayer, y que se preveía prolongar hasta la llegada, esta mañana, de sus compañeros de Barcelona.

Por otra parte, en diversas agencias barcelonesas de Banca Catalana, Banco Industrial de Cataluña y Banco Industrial del Mediterráneo, los empleados protagonizaron ayer una huelga a la japonesa. Esta protesta consistió en prolongar la jornada de trabajo de ayer hasta esta mañana, manteniendo abiertas las oficinas. En algunas de ellas se registró durante la tarde de ayer un cierto movimiento de clientes, si bien no muy intenso. Esta huelga fue adoptada en una asamblea celebrada el pasado viernes, tras haberse desechado una huelga en toda regla, que se consideró, hubiera perjudicado tanto a los clientes como al mismo grupo bancario.

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