Los bancos privados se quedan con el grupo de Banca Catalana

Viene de la primera páginaFuentes del Banco de España señalaron al término de la reunión que, en igualdad de condiciones, no se habría dudado en vender Catalana al grupo de bancos ya que la mitad de las pérdidas que el Fondo de Garantía tiene que asumir en el plan de saneamiento de dicha entidad saldrán de las cuotas que la banca privada aporta anualmente al Fondo y que suponen cerca del 10% de los beneficios de estas entidades. En medios del Banco de España se señalaba ayer que en el informe que el gobernador hará al ministro de Economía se recomendará no ejercer el derecho de tanteo que se le reconoce al Estado en la legislación vigente.

A pesar de que la oferta concreta de la banca no ha querido darse a conocer hasta que Miguel Boyer no lo haga mañana en conferencia de prensa, tras el Consejo de Ministros, se ha podido saber que tanto la exención de coeficientes como el plazo de devolución de los adelantos hechos por el Banco de España a Banca Catalana no ha constituido ningún problema a la hora de la decisión. Lo que ha llevado al Fondo de Garantía a aceptar la oferta de la banca, ha sido la fórmula elegida por ésta para asegurar la partida de créditos y avales que banca catalana había dado a sus filiales.

La oferta de la banca, que se refiere a una cifra cercana a los 50.000 millones de pesetas, se basa en pedir el aseguramiento por parte del Fondo de un porcentaje, importante, de cada uno de los créditos y no solicitar una cifra global.

El porcentaje asegurado parece que se sitúa en el 85% de cada uno de los préstamos. Hasta ahora, la práctica habitual en este tipo de subastas era conseguir unas cantidades globales de aseguramiento independientemente de cada uno de los créditos. Para Rafael Termes, la nueva fórmula significa el compromiso del nuevo equipo gestor por conseguir el mayor porcentaje posible de recobros de dichos créditos y avales.

Las reticencias que en la operación propugnada por el grupo de bancos ha levantado en los últimos días acerca de la imposibilidad de que Catalana se mantuviera como una entidad única en manos de muchos bancos, fueron disipadas tanto por fuentes del Banco de España como por el propio Rafael Termes, al señalar la imposibilidad técnica de que se procediera a un troceamiento de las entidades ya que ello llevaría consigo de forma inmediata la ruptura de las condiciones pactadas y supondría el cese de todas las ayudas recibidas.

Ello no quiere decir, según fuentes del Banco de España, que en un plazo prudencial, nunca antes de dos años, el grupo de bancos no decida separarse y adjudicar cada una de las entidades que forman Banca Catalana a una institución financiera privada que continuaría el proceso de saneamiento por separado. En concreto, se señalaba ayer, que lo más probable es que el Banco de Barcelona sea vendido de forma inmediata por los nuevos dueños de Catalana al Fondo de Garantía al precio simbólico de una peseta por acción, quien lo sacaría a subasta para que fuera adjudicado al Banco de Europa, presidido por Carlos Ferrer Salat.

Dentro de este posible cambio de titularidad de la propiedad de Banca Catalana en un plazo no inferior a dos años, se mantiene como hipótesis que se podría ceder la parte fundamental a un banco. Éste, una vez saneada, podría poner a la venta entre el público catalán una cantidad importante de acciones que no significara la pérdida del control mayoritario de las entidades.

Mantenimiento del empleo

En el tema del empleo, fuentes del Banco de España señalaron que hay un pacto implícito con los bancos adquirentes para que no se produzcan despidos ni regulaciones de plantillas, cosa que consideran improbable, ya que ello repercutiría negativamente sobre la imagen que quiere recuperar Banca Catalana. Rafael. Termes, por su lado, señaló que lo básico es lograr que Catalana recupere una tasa normal de pasivo por empleado y que, para ello, se va a trabajar en la captación de fondos, sin proceder a despidos, aunque admite que el número de empleados disminuirá en los primeros años, almenos como consecuencia de las jubilaciones y bajas normales que se producen no sólo en esta entidad, sino en todas las del conjunto de la banca privada.

Para Rafel Termes, la disyuntiva que se ha planteado estos días sobre la posibilidad de que un banco propiedad del conjunto de otros pueda competir libremente con sus dueños en la captación del pasivo y del negocio bancario en general es algo que no tiene lógica, pues en el caso de que hubiera pasado Catalana a manos de La Caixa o hubiera sido nacionalizada, la banca habría tenido que hacer frente a esta misma competencia que, a partir de ahora, podrá ser ordenada mejor.

Derecho de tanteo

En palabras del presidente de la AEB, los bancos que han decidido acudir a la subasta lo hicieron en el momento en que tuvieron conocimiento de que el Fondo de Garantía podía no adjudicar Catalana a La Caixa o de que, a pesar de esta adjudicación, el Banco de España recomendaría, por primera vez, al Gobierno que ejerciera el derecho de tanteo. En ese momento se volvió a plantear la alternativa ya estudiada en el otoño pasado de compra conjunta y esta vez cuajó. Para Termes, lo importante no era que La Caixa se quedara con Catalana, aunque reconoce que esta alternativa tampoco le satisfacía, sino la posibilidad de que fuera a parar a manos del Patrimonio del Estado.

Según esto, el. coste de la operación para los bancos no habría sido considerado como punto básico por parte del grupo y por ello han tratado de acercarse lo más posible al mínino planteado por el Fondo y el Banco de España. El presidente de la patronal bancaria manifestó en otro momento que si el Gobierno decide no ejercer el derecho de tanteo sobre Banca Catalana será una demostración palpable de que el Gobierno no es partidario, como ha dicho en repetidas ocasiones, de nacionalizar más que en último término.