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Hu Yaobang finalizó su visita a Belgrado sin atacar frontalmente a Moscú

Una vez más, los dirigentes chinos han sabido hacer política yugoslava sin poner en aprietos el neutralismo de sus anfitriones cara a Moscú. Hu Yaobang, secretario general del Partido Comunista Chino (PCCh), regresó ayer a Pekín tras su visita a Belgrado sin atacar frontalmente a la Unión Soviética. El objetivo de este viaje ha sido normalizar las relaciones de China con países del Este europeo.El encuentro entre los sucesores de Mao y los herederos de Tito ha sido tan cordial como siempre, desde que, en 1977, Josip Broz Tito pusiera fin a muchos años de enemistad ideológica con China. La justificación del viaje quedó plenamente cumplida con el arrepentimiento que expresó Hu Yaobang por los ataques de que fue objeto el partido de Tito en tiempos de Mao. La reconciliación tuvo hasta su instantánea: el sucesor de Mao depositó 88 rosas rojas sobre la tumba del antaño "hereje revisionista", a quien ha calificado ahora de "gran marxista".

Este viaje de Hu Yaobang por Rumanía y Yugoslavia, y el de sus colaboradores, de menor nivel por los demás países socialistas europeos, con excepción de Albania y la Unión Soviética, marca la decisión de Pekín de salir de su aislamiento ideológico y diplomático con los demás países socialistas y sacar el máximo partido de sus diferencias.

"Único país verdaderamente socialista" del mundo junto con Albania durante los tiempos del radicalismo maoísta, China quiere retirar anatemas y entablar relaciones normales con todo el Este europeo. La visita no ha podido producir comunicado conjunto. Hubiera sido muy difícil conciliar la diferencia de intereses geoestratégicos de China y Yugoslavia. Mitja Ribicic, primer dirigente comunista yugoslavo, le dijo a Hu Yaobang, en su alocución de despedida, que la paz sólo podrá ser lograda mediante la cooperación entre "partidos comunistas, partidos socialistas y otras fuerzas progresistas".

Hu Yaobang afirmó en una conferencia de prensa en Belgrado no haber estudiado el problema de América Central. Preguntado sobre las relaciones "militares, políticas y económicas" de su país con el Chile de Pinochet, respondió: "Ustedes podrán comprender que tengamos relaciones de Estado con Chile".

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