Campesinos franceses saquearon ayer nueve camiones que transportaban productos agrícolas españoles
Nueve camiones que transportaban mercancía española fueron detenidos por campesinos franceses, vaciados y su carga quemada en la madrugada de ayer, lunes, en la zona de la Gran Gallargue, cerca de Nimes. Así iniciaron los agricultores franceses la semana de lucha anunciada días atrás, que culminará el próximo día 20 con manifestaciones en los lugares de mayor producción agrícola y ganadera del país vecino. Mientras tanto, ayer se inició en Bruselas la última fase de las negociaciones entre los ministros de Agricultura de la Comunidad Económica Europea (CEE) para fijar los precios agrarios que regirán durante la próxima campaña.
Aunque existen distintas versiones sobre la nacionalidad de los camiones atacados, siete como mínimo tenían matrícula española. Todas las fuentes consultadas coinciden al señalar que tras detener a los camiones, atravesando tractores en la calzada o invadiéndola con neumáticos ardiendo, los agricultores asaltaron las cajas de los vehículos, desparramaron las mercancías y las quemaron. Diversas versiones coinciden en afirmar que los gendarmes asistían como público de excepción.A primeras horas de ayer, en La Jonquera, cuando la afluencia de camiones que pretende cruzar la frontera es mayor, los camioneros españoles no demostraban una preocupación especial por las amenazas de los agricultores galos. "Sabemos que esta semana va a pasar algo, pero no podemos ni queremos quedarnos aquí", comentaron algunos de ellos desde el propio volante de los vehículos", informa Jordi Busquets desde Gerona.
Los camioneros añadieron que "los agricultores franceses hacen lo que quieren y como quieren. Paran los camiones donde les parece y se ponen a quemar las mercancías. En algunas ocasiones vienen los gendarmes, pero se apartan y les dejan hacer". La circulación por el paso fronterizo de La Jonquera fue fluido durante toda la jornada sin que se produjeran otras retenciones que las que tienen lugar normalmente.
En la zona del Rosellón, donde circulan gran número de camiones con productos del campo español, al estar allí ubicados el autopuerto del Poulou, desde el que por vía férrea se distribuyen mercancías a toda Francia y Europa, y el mercado de Saint Charles de Perpignan, tampoco se produjo ningún incidente. Fuentes consultadas en la capital de los Pirineos Orientales confirmaron este hecho, aunque añadieron que "se está preparando una acción importante; si no explota antes, lo hará el viernes. Entre los agricultores se observa un gran tensión".
Nuevos precios
Mientras tanto, al iniciarse ayer en Bruselas las negociaciones, teóricamente finales, entre los ministros de Agricultura de los diez, para fijar los precios agrícolas de la presente temporada, los agricultores franceses bloquearon las fronteras y saquearon camiones italianos y daneses además de los españoles. En Francia se vive un clima pesimista respecto a la eventual salida de la crisis agrícola. Esto ocurre en el mismo momento en que el nuevo embajador español, Joan Raventós, llegó a París escoltado por manifestaciones, como las del líder del mundo agrícola, François Guillaume, no concordantes con las recientes declaraciones oficiales de los dirigentes españoles y franceses en lo concerniente a la adhesión española a la Comunidad Económica Europea (CEE), informa Feliciano Fidalgo desde París.En el mejor de los casos, los ministros de Agricultura, en Bruselas, aumentarían en un 8% los precios agrícolas para la temporada 1983-1984. En este país, los interesados exigen el 11,7%. Y "la broma ha durado ya bastante", declaró ayer Guillaume, el presidente de la Federación Nacional de Explotaciones Agrícolas (FNSEA) la organización agraria más importante deFrancia, que agrupa a más del 80% de los agricultores y que hoy, en la Francia socialista está considerada considera como un Estado dentro del Estado.
Las palabras de Guillaume no hacen más que rezumar el clima de explosión permanente que se respira aquí entre los hombres del campo, que se consideran como los paganos de la actual Política Agrícola Común (PAC). La última remodelación gubernamental hizo del líder nacional del socialismo francés, Michel Rocard, el ministro de Agricultura. Su antecesora, Edith Cresson, se había convertido en el enemigo público número uno de los agricultores porque intentó socavar el poder de la FNSEA. Con Michel Rocard todo da a entender que se ha establecido un diálogo positivo entre ambas fuerzas y que, en lo sucesivo, la causa a defender en Bruselas será una causa común.
En el marco de estas coordenadas que configuran las relaciones entre el Gobierno socialista y la FNSEA, conviene valorar las declaraciones, de ayer, del presidente de esta última, Guillaume. "Cuando los poderes públicos no hacen lo que es necesario (negociaciones de Bruselas), los agricultores tienen que manifestarse. Hay que ponerse en el lugar de los productores de frutas y legumbres del Sur que, durante toda la jornada, ven pasar los camiones procedentes de España cargados de una producción que ellos venden difícilmente".
Guillaume, en las mismas declaraciones, se mostró partidario de la creación de una especie de OPEP (el organismo de los países exportadores de petróleo) que agrupe a los productores agrícolas: "En vez de competir, sería mejor entenderse para organizar mercados rnundiales". Citó, como posibles países integrantes de esa eventual organización, a Estados Unidos, Argentina, Brasil, Australia y Nueva Zelanda. Y refiriéndose a España afirmó tajantemente que se opondría a su entrada en la CEE, "porque su competencia le crearía a la Comunidad problemas insuperables".
Por su parte, la Unión Europea de Comercio de Frutas y Hortalizas envió ayer un télex al presidente del Consejo de Ministros de Agricultura de la CEE, que se encontraba reunido, en el que expresaba su repulsa por las agresiones en Francia a camiones con productos agrícolas procedentes de otros países y solicitaba que se suspendiesen las negociaciones sobre precios agrarios hasta tanto se restablezca la normalidad, según comunicaron fuentes de Comité de Gestión de la Exportación de Frutos Cítricos, con sede en Valencia, informa Manuel Muñoz.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Proteccionismo
- Frutos secos
- Conflictos diplomáticos
- Precios agrarios
- Política agrícola común
- Boicoteo
- Política comercial
- Precios
- Conflictos comerciales
- Francia
- Política exterior
- Política agraria
- Comercialización agraria
- Unión Europea
- Europa occidental
- Productos agrarios
- Organizaciones internacionales
- Economía agraria
- Relaciones internacionales
- Europa
- España
- Agricultura
- Relaciones exteriores
- Agroalimentación
- Comercio