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La convocatoria de huelga, la división sindical y el descontento en Informativos y Programas, entre los problemas graves de RTVE

La convocatoria de la huelga, en la que coinciden Comisiones Obreras, el sindicato conservador de la Casa, la Asociación Profesional Libre e Indepediente (APLI), y un sector de la UGT; la división interna de este ultimo sindicato; el generalizado descontento en los sectores de Informativos y Programas, es decir, las dos áreas que determinan el producto que llega al público; la impresión que tiene un amplio colectivo de profesionales de que el Consejo de Administración es un órgano inoperante; y el rechazo con que algunos mandos intermedios valoran la gestión del director general, José María Calviño, y de José Luis Balbín, director de los Servicios Informativos, son algunos de los problemas más graves que los dirigentes socialistas tienen pendientes de resolver.

"Está claro que se necesita un cambio de rumbo y pronto", comenta un miembro del equipo directivo de RTVE, al tiempo que duda sobre la posibilidad de .arreglar la Casa". Ninguno de los altos cargos quiere comprometerse en estos momentos con declaraciones, quizás porque el grado de autosatisfacción durante estos primeros seis meses de gestión no es el que se esperaba.Distintos miembros del comité de dirección de RTVE manifiestan, por separado, que existe unidad en torno a Calviño. Y aportan como prueba el hecho de que todos, exceptuado algún ausente, se mostraron abiertamente contrarios a José Luis Balbín, antes de la pasada campaña electoral, en presencia del director general. El problema está en que Balbín ejerce una singular ascendencia sobre Calviño, que no tiene precedentes en las relaciones entre director general y director de los Servicios Informativos. Continúe o no Calviño al frente de la dirección general, la destitución de Balbín puede ser planteada en cualquier momento dentro del propio comité de dirección, a pesar del precedente inútil de la destitución de Iñaki Gabilondo por Fernando Castedo.

El caso es que resulta muy difícil encontrar en los Servicios Informativos un periodista que apueste a favor de Balbín, pese a los buenos oficios de su escudero Enrique Vázquez, subdirector del departamento. Profesionales con responsabilidad en Informativos aseguran que no hubo otro director que haya defendido ante el director general a los profesionales tanto como José Luis Balbín, especialmente en las reivindicaciones económicas y de medios técnicos. Hay un puñado considerable de periodistas que considera erróneo el desplazamiento del anterior director, Juan Roldán. Algunos periodistas se fugaron de los Informativos, como Victoria Prego, Carmen Baztán y otros. Los telediarios están escasamente dotados de personal y, aunque se efectuaron cambios relevantes, sobre todo en el formato y edición, lo grave es que "estos cambios apenas repercutieron en la opinión pública", comenta un trabajador. El incidente de La clave censurada a primeros de año -programa que Balbín se resiste a dejar- y la arrogancia de su director cayeron como una losa sobre lo que Calviño denominó "espejo del cambio".

Hay que sumar a este malestar en Informativos la política de reducción de pluses y la aplicación de incompatibilidades. La dirección quiere reducir en un 20%. este capítulo de remuneraciones que están fuera de los salarios fijos. Significa pasar de los aproximadamente 1.095 millones de pesetas anuales que se abonan actualmente a 850 millones de pesetas.

Poderes de Gómez Redondo

Asimismo se opina que Ramón Gómez Redondo, director de Programas, ha acumulado excesivos poderes, tanto en la producción como en la programación. Los mecanismos de decisión son lentos y, de momento, no existe política de programación. Se continúa produciendo y emitiendo de un día para otro. Los directores de cadenas tienen escasa autonomía, como demuestra el hecho de que Clara Isabel Francia, directora de la segunda, no tiene poder ejecutivo sobre el programa La clave. Existe, en definitiva, poca participación. Se ha creado una infraestructura de cargos que se encuentra desbordada por la responsabilidad de la programación diaria, cuyos contenidos y calidad ni han mejorado ni han cambiado respecto a la etapa anterior.

La crítica situación se agrava con. la convocatoria de la huelga. Sorprende que coincidan CC.OO y la Asociación Profesional Libre e Independiente (APLI), sindicato en otro tiempo amarillista y que ahora agrupa a los sectores más conservadores. El caso de UGT es todavía más lamentable: los ugetistas de TVE .votan en Barcelona a favor de la huelga y en Madrid en contra. División que se reproduce también en las empresas vecinas de Prado del Rey: UGT de TVE contra la huelga y UGT de RNE a favor de la huelga.

La situación, según CC.OO, es la siguiente: han votado a favor de la huelga todos los centros de TVE en España excepto uno (Estudios Roma, de Madrid), todos los centros de RNE excepto dos, todos los centros de Radiocadena Española (RCE) en que se celebraron asambleas excepto uno, y todos los centros del Ente Público excepto tres.

CC.OO se pregunta en una hoja informativa (la nº 52 del pasado 9 de mayo): "¿Cómo se puede ofertar en una negociación de convenio colectivo una subida salarial próxima al cero con una inflación pasada del 14%. y una prevista del 12%?". Y denuncia que "la dirección de RTVE no se ajusta al acuerdo interconfederal. No se siente obligada tampoco por el acuerdo firmado por el Gobierno y los sindicatos, que establece subidas mínimas individualizadas del 9,5% para los funcionarios y el personal laboral de organismos autónomos". Jaime Martínez resta importancia a la coincidencia con APLI porque, dice, "la iniciativa es de CC OO y no es una huelga contra Calviño o contra el Gobierno, sino laboral".

La actual oferta de la dirección general no llega al 6,5%. de incremento, según CC.OO, tres puntos por debajo del tope mínimo que reivindica. La oferta de la dirección supone, en pesetas, 1.955 millones. La reivindicación de CC.OO representa alrededor de 500 millones de pesetas. La dirección general presentó al Consejo de Administración un presupuesto, para el presente año, de 50.800 millones de pesetas. El sector de UGT contrario a la huelga considera que ha propuesto una plataforma reivindicativa de 2.000 millones de pesetas, "repartidos de forma beneficiosa para todos", que es prácticamente la que ahora ofrece la dirección. "La aceptación de esta plataforma", dice el mencionado sector que negocia por su cuenta con la dirección, "hace la huelga absolutamente injustificada y en contra de los intereses de los trabajadores".

Lo que se cobra

Jaime Martínez, secretario general de CC.OO, el sindicalista de más peso en RTVE, considera que con las progesivas subidas ofertadas por la dirección "hemos alcanzado altas cotas de miseria". Martínez explica que la dirección general tenía presupuestados 3.010 millones de pesetas en el capítulo de sueldos y salarios para este año, con un incremento del 13,48%. "Nosotros no queremos todo ese dinero", dice, "queremos mucho menos. Nuestra propuesta vale 2.500 millones. Lo que sucede es que ellos detraen de esa partida 800'millones de pesetas para nuevas plazas y 600 millones para cubrir el déficit de pluses generados el pasado año y en el actual. Nosotros hemos propuesto que se reduzca en el 28%. el coste global de pluses de programas y especial responsabilidad y en un 20,55% el coste global de mandos, pero se muestran muy reticentes".

Alrededor del 20% de la nómina de. RTVE (11.981 trabajadores según manifestó Calviño en el Congreso el pasado mes de febrero) cobra, según CC.OO, plus de especial responsabilidad, plus de programas o complementos de mando orgánico. Según CC.OO, por el contrario, alrededor de 4.500 trabajadores perciben sueldos bajos o muy bajos. De acuerdo con los datos facilitados por Jaime Martínez, y que se refieren a estimaciones del pasado año, en RTVE hay 2.000 trabajadores que perciben menos de un millón de pesetas íntegras al año y 2.500 trabajadores que perciben entre 1 y 1,5 millones de pesetas íntegras al año. Por encima de esta barrera, se sitúan sueldos considerables que hacen suponer que en RTVE existen graves desajustes: 4.000 trabajadores cobran entre 1,5 y 2 millones de pesetas íntegras al año -si bien Martínez puntualiza que durarIte el pasado año se generaron remuneraciones extras con motivo del Mundial de Fútbol, elecciones y visita del Papa- y 2.000 trabajadores percíben al año entre 2 y 2,5 millones íntegros al año. La tabla de salarios base en RTVE oscila entre un mínimo de 62.000 pesetas mensuales y un máximo de 102.000 pesetas. La media en RTVE es de 1.600.000 pesetas íntegras anuales, media que se considera muy alta si se tiene en cuenta que la jornada laboral en RTVE es de 35 horas semanales (30 horas en el centro de Somosaguas) y que el número de horas anuales trabajadaq es probablemente de los más bajos de España.

El sector de UGT contrario a la huelga denunció el pasado día 11, en un boletín informativo, un hecho que en la historia de RTVE tiene interés: "No se llegó a un principio de acuerdo por incapacidad de una parte de los miembros de la dirección en la comisión negociadora, cuyo máximo responsable es el secretario general del Ente Público RTVE, D. Eduardo Gorostiaga". Gorostiaga fue uno de los autores de las curiosas piruetas de la Ordenanza Laboral de Rafael Ansán, negociada hace siete años, por la

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que se otorgó a los trabajadores de RTVE unos privilegios que eran y siguen siendo un insulto para el resto de los trabajadores del país. Entre ellos, la jornada laboral de 35 horas y el denominado plus de ascenso de nivel por el que se premia, independientemente de los trienios, a todos aquellos que permanezcan durante seis años en la misma categoría. Este premio supone, en este año, alrededor de 530 millones de pesetas, alrededor de 4.000 pesetas de incremento mensual por persona y afecta a gran parte de la plantilla. No parece serio que Gorostiaga, defensor a ultranza del corporativismo de RTVE, y que "convirtió en fuente de derecho" privilegios tan peculiares en nombre de Rafael Ansón, sea ahora el representante de los dirigentes socialistas.

Pero UGT tiene otros problemas. En RTVE de Madrid existen dos secretarios generales: Manuel Rodríguez, contrario a la huelga, y Eduardo Sánchez Torelli, de RNE, dos de cuyos miembros se han incorporado al comité de huelga. El conflicto tiene su origen el pasado 7 de febrero: UGT celebró, siendo secretarío general Eduardo Sánchez Torelli, una asamblea en la Avenida de los Toreros de Madrid, en la que se formuló una seria advertencia a Calviño: más de la mitad de los ugetistas se pronunciaron a favor de un voto de censura. A partir de entonces, Feliciano Sofin -elegido el pasado miércoles, a propuesta del PSOE, vocal del Consejo- presidió una comisión gestora que acabó por designar nuevo secretario general a M. Rodríguez. Torelli y la absoluta mayoría de los ugetistas de RNE presentaron una denuncia ante la comisión de conflictos de UGT por los procedimientos antiestatutarios seguidos. Sofin, que fue enlace de los sindicatos verticales, se impuso sobre otro de los candidatos al Consejo, el abogado Antonio Pozueco, fijo de plantilla de TVE. La elección de Sofin para el Consejo no ha sido en general bien acogida -como tampoco, aunque en menor medida, la de Valentín Andrés Álvarez, realizador de TVE- y menos por los ugetistas que le denunciaron a la comisión de conflictos, que todavía no ha resuelto el caso. El problema debió comenzar, en realidad, con aquellas iniciales e innecesarias declaraciones de José María Calviño sobre los 200 profesionales que no encontraba en la Casa y sobre los privilegios de sueldos, que hubiera debido matizar mucho.

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