La compañía española Piher renuncia a participar en el programa de compensaciones del FACA, ante presiones de EEUU

Por haber vendido tecnología de origen norteamericano a Cuba en el marco de un contrato para la construcción de una planta industrial en este país, la empresa española de componentes electrónicos Piher es víctima de un bloqueo comercial por parte de las autoridades estadounidenses, que han pedido recientemente a la Administración española la retirada de la mencionada empresa de la lista de compensaciones para el programa FACA (Futuro Avión de Combate y Ataque), según informaron fuentes de Piher.

Piher, una de las empresas españolas más importantes en el sector de la electrónica, figura entre un grupo de 221 compañías contactadas en el capítulo de contrapartidas comerciales ofrecidas por la empresa norteamericana McDonnell Douglas a España, si este país se decide por el avión F-18 dentro del programa FACA. Piher había mantenido conversaciones con la McDonnell Douglas para exportar componentes electrónicos a EE UU y estaba también interesada en las contraprestaciones tecnológicas incluidas en el programa de compensaciones, informaron fuentes de la representación de McDonell en España.No obstante, Piher tiene intención de renunciar a su participación en el programa de compensaciones mencionado, tras habérsele comunicado por un representante del Ministerio de Asuntos Exteriores español que la Embajada de EE UU en Madrid ha expresado el deseo de que Piher desaparezca de las listas de compensaciones del FACA, según manifestó un portavoz de la empresa. Diversas fuentes de la Administración consultadas no desmintieron ni confirmaron este extremo.

El grupo Piher, formado por tres empresas con sede en Cataluña (Piher Semiconductores, Piher Ferritas y Piher, SA.) y una en Tudela (Navarra), se encuentra actualmente pendiente de la resolución de un tribunal administrativo estadounidense, que decidirá sobre la continuación o no del embargo preventivo dictado en 1982 sobre las exportaciones de tecnología norteamericana de alto nivel a Piher Semiconductores, que en 1978 firmó un contrato para la instalación de una planta de producción de semiconductores en Pinar del Río (Cuba).

Este contrato, para el cual el Banco Exterior de España facilitó una línea de crédito, preveía el suministro de equipo electrónico, dentro del cual se incluía también material de origen estadounidense considerado "estratégico". La legislación norteamericana prohíbe exportar este tipo de material a países y zonas que se suponen en el ámbito de influencia de la URSS. Las empresas que no observan este comportamiento son incluidas en una lista negra oficial, a cuyos integrantes se les niega la posibilidad de comprar la tecnología vetada a la URSS y sus aliados. Dos empresas españolas están incluidas en la lista negra norteamericana, según un portavoz de la delegación comercial de EE UU, que se negó a divulgar los nombres de las afectadas, si bien una de ellas es Piher y la otra una empresa menor, acusada de haber reexportado tecnología norteamericana a un país del Este europeo, informaron fuentes solventes.

Tras la firma del contrato con Cuba, adjudicado por concurso público restringido y divulgado en la Prensa, Piher Semiconductores comenzó a suministrar el material convenido hasta que en 1982, cuando había sido enviado prácticamente la totalidad del equipo previsto, una denuncia y una investigación condujeron a la orden de embargo preventivo. La inclusión de tecnología norteamericana en el contrato con Cuba fue "una gestión desafortunada", realizada inconscientemente y que no volverá a ocurrir en el futuro, manifestó un portavoz de la empresa, incorporado a la dirección de Piher con posterioridad a la firma del conflictivo contrato.

Vital importancia

La resolución del tribunal estadounidense es de "vital" importancia para Piher, cuya producción se orienta en un 70% , hacia el mercado exterior. De la facturación de 3.000 millones de pesetas esperada para 1983, un 40% depende de exportaciones a EE UU, manifestó el representante de la empresa. La consolidación del embargo supondría no sólo que Piher Semiconductores no puede importar de EE UU algunos componentes básicos de productos que se elaboran en España, sino también dificultades para mantener su economía de escala y un deterioro de imagen que puede repercutir en una pérdida de clientes norteamericanos, solidarios con las medidas penalizadoras de su Administración. Uno de los clientes de Piher en EE UU, declaró el portavoz de la empresa, es IBM, que ha otorgado a la producción de la compañía española un nivel de calidad del 99,8%. La imagen que McDonnell Douglas tiene de Piher es "muy buena" y de "gran profesionalidad", subrayaron fuentes de McDolnnell en España.

Según fuentes de la empresa, un fallo negativo del tribunal norteamericano podría causar incluso el cierre del grupo que emplea a 1.600 personas. 250 trabajan en Piher Semiconductores, que pasa un mal momento, ya que la operación cubana ha resultado "prácticamente deficitaria" debido a la evolución del cambio del dólar. EEUU, añadieron, cree que la tecnología que vendimos a Cuba es utilizada para producir misiles, pero la realidad es que se emplea para fabricar televisores y radios.

Para salir del conflicto, Piher confía en el apoyo de las autoridades españolas y, al parecer, ya se han obtenido promesas de ayuda por parte del Ministerio de Economía y Hacienda. Fuentes solventes manifestaron que la Administración española ha hecho gestiones ante el embajador de EE UU en Madrid, Terence Todman, y la Embajada española en Washington ha intervenido con el fin. de desbloquear el problema.

Estas gestiones se continuarán, aprovechando la visita que el jefe del Gobierno, Felipe González, efectuará a Washington el próximo mes de julio. Los representantes españoles quieren dar garantías a los norteamericanos y asegurarles que los controles aduaneros españoles no van a permitir que se repitan situaciones como las que afectaron a Piher, que se considera "un caso excepcional de buena fe".