Moscú considera inminente una guerra sirio-israelí.
El Kremlin teme una nueva e inminente guerra en Oriente Próximo. Coincidiendo con las noticias que llegan de Líbano sobre la evacuación de casi 90 personas, familiares de los soviéticos destinados en Beirut -noticia ésta desmentida por funcionarios de la URSS e ignorada por la Prensa-, casi todos los diarios de Moscú recogían ayer un comunicado de la agencia oficial Tass en el que se afirmaba que Israel está ultimando planes para atacar a Siria.El mismo comunicado asegura también que la situación en Líbano continúa agravándose, y acusa a Israel y Estados Unidos de tratar de imponer un acuerdo que supondría la participación de este país, si no su completa entrega al Gobierno israelí.
La presencia de tropas israelíes y norteamericanas en Líbano ha convertido a este país, a juicio de la Tass, en un fortín que consagra la presencia militar norteamericana en Oriente Próximo y en el lugar desde donde realizar actos de agresión contra los vecinos Estados árabes.
Retirada de tropas extranjeras
Tass acusa también a Estados Unidos e Israel de "violar groseramente" la soberanía de Líbano, dictando qué armas pueden tener y cuáles no sus fuerzas armadas mientras el Ejército hebreo queda libre de todo control.Israel, se agrega, son vistos por los vecinos de Líbano como "una amenaza directa contra su seguridad y contra la paz en Oriente Próximo".
El comunicado de Tass concluye exigiendo la retirada de Líbano de todas las tropas extranjeras, como condición necesaria para el mantenimiento de la paz en la región, exigencia que los observadores occidentales en Moscú consideran referida a la fuerza multinacional, además de a los propios soldados israelíes, y no a las tropas sirias, país al que Moscú considera como el más amenzado por la actual política israelí. Igualmente, se afirma en el comunicado que la Unión Soviética está a favor de la unidad de Líbano, la restauración de su soberanía y su integridad territorial.
Abundando en este comunicado oficial, un despacho de Tass fechado en Beirut, acusaba ayer al Ejército israelí de estar preparando febrilmente una agresión armada contra Siria.
Según esta información de la agencia soviética, Jerusalén sigue aumentando sus efectivos en el valle de Bekaa, incrementando también los transportes de equipos militares, reforzando la red de comunicaciones de su Ejército y levantando nuevas fortificaciones.
En cualquier caso -se recuerda en Moscú-, ésta no es la primera alarma que durante el último año hace sonar el Kremlin sobre un posible intento de Israel de atacar a Siria.
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