La pista de la falsificación de los 'diarios' de HitIer conduce tanto a los nazis como a la República Democrática Alemana
Tras el escándalo de la faisiricación de los diarios de Hitler publicados por la revista Stern y la dimisión de dos de los tres directores de la revista, el interés se centra en conocer el origen de la estafa y sus conexiones políticas. Unas pistas apuntan hacia talleres de falsificación en la República Democrática Alemana (RDA) y otras hacia círculos de antiguos nazis, interesados en rehabilitar la rigura del Führer, Adolfo Hitler.
A medida que trascienden los fallos de la falsificación de los diarios resulta más inexplicable que una revista de prestigio como Stern cayese en la trampa de su publicación. Las consecuencias no tardaron en producirse, y el sábado, dos de los directores de la revista, Peter Koch y Félix Schmidt, dimitieron de sus cargos y la dimisión fue aeptada por la empresa editora. El tercer director también dimitió, pero su responsabilidad se limita a la parte artística de la revista, por lo que seguirá en su puesto.El editor de la revista Stern, Henri Nannen, de 69 años, que desde finales de 1980 había dejado la dirección ejecutiva de la revista, ha vuelto a tomar la batuta. Nannen dio la cara y anunció que la revista desenmascarará a los autores de la falsificación.
Nannen declaró al dominical Bild am Sonntag que "he llegado al convencimiento de que la falsificación no procede probablemente de círculos de extrema derecha". Probablemente Nannen trata de salvar la imagen progresista de Stern, que quedaría por los suelos si se llega a descubrir que fue utilizada como vehículo de una trama propagandística de viejos nazis.
La liberación de Hess
La hipótesis de falsificación elaborada por nazis se alimenta con el detalle de que se tratase de salvar a la persona de Hitler y, al mismo tiempo, se aprovechase para intentar la liberación de Rudolf Hess, el lugarteniente de Hitler, que todavía queda como único preso en la cárcel berlinesa de Spandau, a los 89 años.Stern inició su serie de los diarios con el tomo especial que Hitler escribió sobre el caso Hess, que, según la falsificación, voló a Inglaterra con el consentimiento del Führer. El director de Stern Koch introdujo con un artículo suyo la publicación de los diarios y pidió que se concediese a Hess la oportunidad de manifestarse sobre, la veracidad de lo publicado.
El hijo de Hess, que aprovecha todas las oportunidades para tratar de conseguir la libertad de su padre, se apresuró a hacer declaraciones y comparecer en la televisión norteamericana al lado de Koch en entrevistas sobre el tema, para llamar la atención sobre el preso de Spandau.
Un escarnio
La lectura de las citas con que Stern publicó su hallazgo resultan ahora un escarnio. La revista anunció que habría que volver a escribir la historia de Hitler y del nazismo. Koch calificó de incompetentes a todos los historiadores alemanes, que con sólo una llamada telefónica a la oficina de desaparecidos durante la guerra en Berlín Oeste, por unas 100 pesetas, habrían podido dar con la pista del avión caído que transportaba los cuadernos con los diarios de Hitler. "El mayor golpe periodístico de la posguerra. Hemos pagado mucho dinero, pero nada nos resulta demasiado caro para nuestros lectores. Stern ha examinado los diarios con el cuidado y esfuerzo habituales en la rama de los historiadores".Estas frases las pronunció Koch en la conferencia de prensa de presentación de los diarios el 25 de abril. El pasado jueves, cuando ya casi nadie creía en la autenticidad de los diarios, Koch continuó con sus categóricas afirmaciones en Stern: "De la autenticidad de los diarios no se puede dudar, pero la internacional de los envidiosos y los falsificadores no se dejará impresionar por la evidencia".
El redactor que descubrió los diarios, Gerd Heidemann, fue presentado por Stern como "el reportero más implacable y refinado de periodismo alemán, un verdadero sabueso del periodismo". El dominical Bild am Sonntag sacó a relucir ayer que el "implacable sabueso" ya metió la pata hace años cuando lanzó la historia falsa del hallazgo de un hijo de Zhou Enlai producto de los amores del dirigente chino en los bosques de Gotinga durante su época de estudiante en Alemania. Luego resultó que Zhou Enlui nunca estudió en Gotinga.
Welt am Sonntag publicó ayer una información con cita textual de un documento de los servicios de espionaje y contraespionaje de la República Federal de Alemania, que recibieron la orden del canci ller federal, Helmut, Kohl, de investigar el asunto. Esta es la otra hipótesis que se baraja desde el momento de la aparición de los diarios: los talleres de falsificación en la RDA.
El historiador Werner Nlaser lanzó desde el primer momento la acusación de que los diarios procedían de la RDA, donde para ingresar divisas occidentales se falsifican abundantes cartas de Hitler, dibujos y toda clase de quincalla para nostálgicos del nazismo, sobre todo, en Estados Unidos.
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