Disensión en el Gobierno y en el PSOE por el apoyo español a la 'doble decisión'

El giro inesperado en la posición gubernamental española sobre la OTAN y la comprensión y solidaridad declaradas por el presidente Felipe González en la República Federal de Alemania respecto a la doble decisión, -que compromete el inicio de la instalación de 572 mísiles nucleares en Europa Occidental a finales de diciembre próximo si antes no se logra un acuerdo en las conversaciones americano-soviéticas de Ginebra-, ha causado una fuerte conmoción política en las cancillerías aliadas, en el Ministerio de Asuntos Exteriores y en las filas del partido socialista.El vicepresidente Alfonso Guerra, en funciones de presidente, acudió el jueves al palacio de Santa Cruz para entrevistárse con Fernando Morán.. Éste despachó con el presidente, antes de salir a su demarcación electoral de Jaén. Allí, en conferencia de prensa, negó que exista entre él y González la menor fisura en cuanto a la orientación de la política exterior, aunque señaló que es el presidente del Gobierno el responsable (le la orientación diplomática. Guerra declaró, por su parte, que sólo un seísmo podría cambiar el mayoritario estado de opinión español, contrario a la permanencia en la OTAN.En el Parlamento de la RFA, los democristianos capitalizaron ayer contra los socialdemócratas las declaraciones de Felipe González. El jefe del Grupo Parlamentario Democristiano, Dregger, recordó a los socialdemócratas "la posición que acaba de tornar en Bonn el presidente del Gobierno español". Willy Brandt le respondió que no es correcto aprovecharse de un visitante para conseguir sus propios objetivos.

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