Moderación en las primeras críticas empresariales a la política presupuestaria

La incidencia que tendrá en las empresas el presupuesto de las administraciones públicas para este año fue valorada ayer tarde con moderadas críticas de los empresarios, en un debate organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección. Los oradores de este primer análisis público del proyecto de ley, seguidos por dos centenares de asistentes, transmitieron la impresión de que entre los responsables del sector privado no se han apreciado modificaciones en la política presupuestaria.La intervención más gráfica al respecto procedió del secretario general de la CEOE, José María Cuevas, quien dijo: "Tan amplio retraso permitía esperar alguna innovación importante, en el año del cambio, de tan poderoso instrumento económico y social. No ha sido así. El Gobierno los ha calificado como los presupuestos de transición. Nosotros, con una crítica moderada, los calificamos como los presupuestos de la continuidad o de la contumacia en el error".

Al hablar de la Seguridad Social, Cuevas criticó especialmente que la presión de las cotizaciones vaya a crecer más que los salarios, y que los gastos totales aumenten su participación relativa en el Producto Interior Bruto. "Con este presupuesto", concluyó, "la reforma necesaria de la Seguridad Social no se aproxima. Más bien se aleja. Para mayor desgracia del empleo y de las empresas y para mayor agravamiento del gasto público no productivo".

"Empresas-presupuesto-pupa" fue el resumen telegráfico que hizo jocosamente de su intervención José Luis Cerón, presidente de la comisión de Economía de la CEOE. A su juicio, la tristeza de las empresas y la necesidad de crear empleo, requieren una actuación del sector público como locomotora, pero va a drenar de la economía siete billones de pesetas y sólo un 14% de ello va para gastos de inversión. "Hubiera sido más razonable que estos gastos crecieran más y los corrientes menos". Añadió que la inversión privada sufrirá "serios desestímulos", como también el ahorro y el recurso de las empresas al crédito, cuyos tipos de interés subirán aún más.

Anticipándose desde la perspectiva tributaria a estas afirmaciones, Jaime Basanta, presidente del comité fiscal de la CEOE, señaló que algunas medidas pueden poner en aprietos la tesorería de las empresas.

Por su parte, José Diejo Teigeiro, asesor económico de la patronal bancaria, expesó el temor de que no será posible conseguir el objetivo de reducir el déficit público final a un 6% del Producto Interior Bruto, debido a operaciones extrapresupuestarias. También el propio presidente de la AEB, Rafael Termes, centró su intervención en el déficit, apuntando como principal novedad el "cambio enorme en cuanto a su financiación para reducir el coste".

El secretario general del presupuesto y gasto público, José Borrel, contestó a todas las críticas diciendo: "Estamos de acuerdo en las maldades del déficit. Podemos diferir en los remedios. Pero plantear un presupuesto distinto estaría fuera de la realidad y el valor político del objetivo de reducir el déficit al 6% no ha sido valorado".