Campesinos peruanos: entre fuegos cruzados / 1 DIEGO GARCÍA-SAYÁN
La lucha armada, en las tierras más depauperadas del Perú, se presentó como una esperanza de cambio. Esta es una de las explicaciones de la existencia de Sendero Luminoso, el grupo radical y armado que tiene hondas raíces en Ayacucho, aunque sus relaciones con los campesinos sean muchas veces vividas como amenazantes. Sendero es, de hecho, el primer "fuego cruzado" a que se refiere el título del artículo; el segundo, la fuerza armada de Perú, será objeto de una segunda parte.
"Está pensando hoy día el campesino que si se pone del lado de las fuerzas policiales sabe que le pueden matar... Que sepa que si se pone del lado de Sendero también le pueden matar. Entonces, ahí tendrá que optar dónde quiere morir". Así declaró en diciembre pasado el entonces ministro de Guerra del Perú, Luis Cisneros, pocos días antes de que la fuerza armada asumiera el control político-militar de la región de Ayacucho en el sur andino peruano. Trágico y siniestro dilema, sin duda.Lo que hace cuatro meses era una disyuntiva posible es hoy parte de una cotidiana y sangrienta confrontación en la - que la muerte parece envolverlo todo en Ayacucho, Perú. A la violencia del sistema sufrida por el campesinado andino, víctima de la miseria y la opresión durante siglos, se agrega ahora un cruento frenesí que viene sacrificando muchas vidas campesinas. Y en esta espiral violentista el campesino se ve forzado a optar entre uno u otro bando por razones que no son fundamentalmente ideológicas, sino de oportunidad y supervivencia.
Composición popular
¿De qué se trata a fin de cuentas? ¿Qué es lo que está ocurriendo en los Andes?
No podemos entender el fenómeno Sendero a partir de una sola variable, sino de una confluencia de factores que explican su carácter, así como su éxito relativo. Un primer elemento a considerar es el de sus integrantes. Es innegable la composición popular de Sendero Luminoso, así como el hecho de la simpatía que dicho grupo tiene en algunos sectores de la población. Esto tiene varias explicaciones, que tratamos de exponer brevemente. Debe recordarse que Sendero Luminoso inició sus acciones de penetración y adoctrinamiento en el campo ayacuchano a principios de la década de los setenta.
Ese trabajo recibió un impulso especial en los últimos dos años de la década, que es cuando Sendero ya había tomado el acuerdo político de iniciar la lucha armada, la que de hecho comenzó en mayo de 1980. En ese lapso pudo echar raíces que le dieron una indudable presencia e influencia. Manifestación parcial de todo ello es que con ocasión de las elecciones nacionales de 1980, Sendero hace un llamamiento al voto en blanco, que de hecho fue muy significativo en las comunidades campesinas ayacuchanas.
Por su lado, los integrantes y activistas de Sendero no parecen ser ajenos en su extracción social a las características mayoritarias de la población de la región. En el proceso de radicalización y vertebración política que integra a muchos jóvenes de Sendero, la mediación de la universidad de Huamanga resulta crucial. En la década de los setenta esta universidad se convirtió en un importante centro de actividad en esa región estancada y paupierizada. Hacia ella convergieron, además, las esperanzas e ilusiones de muchos que la percibieron como un vehículo de ascenso social. La gran mayoría de los alumnos provenía de las zonas rurales, y muchos de ellos eran hijos de campesinos.
Las ilusiones, sin embargo, no tardaron en desvanecerse: al recibir su título el estudiante no encontraba trabajo, o si tenía la suerte de colocarse lo hacía en condiciones bastante desfavorables. Un sistema económico y social cerrado, injusto y centralista los mantenía en la miseria, devolviéndolos en muchos casos al mundo rural, del que habían salido con esperanzas. En este cuadro, la acción política radical deviene en un resultado natural que adopta, en el caso de Ayacucho, la particularidad de Sendero Luminoso. La lucha ofrecía y ofrece al menos una promesa y posibilidad frente a la certidumbre del fracaso dentro del sistema.
Afirmación del poder
Desde que inició sus acciones armadas en 1980, Sendero Luminoso parecía avanzar implacable y, aparentemente, indetenible. Los puestos policiales fueron quedando desguarnecidos y Sendero Luminoso, en diversas magnitudes, fue imponiendo una lógica de acción en las zonas en las que se presenta. Celebra cuestionables juicios populares, en los que las víctimas son muchas veces campesinos o personas que si bien ocupan algún lugar muy subordinado en la estructura del poder local, son de evidente extracción popular (pequeños comerciantes, empleados públicos, etcétera).
Sendero va mostrando, en suma, que tiene fuerza para juzgar y matar, lo que en un medio como el campesino resulta sin duda crucial como foco de atención y respeto. Por su propia condición de opresión y debilidad, el campesino en general tiende a no despreciar a quien tiene poder; más si el que lo ejerce lo hace valer por mecanismos más o menos coercitivos.
En ese contexto se entiende mejor la casi resignación frente al implacable accionar de Sendero Luminoso en distintas esferas. Los relatos de campesinos que han sido virtualmente "secuestrados" e incorporados forzosamente a las filas de Sendero son dramáticos y suficientemente elocuentes. En el mismo sentido, la prohibición impuesta por Sendero a los campesinos de producir más de lo estrictamente necesario para la subsistencia (comprensible dentro de la estrategia del autoabastecimiento rural y del cerco a las ciudades) se ubica también como expresión de un poder efectivo al que cabe avenirse -no por ello sin fricciones- por razones tácticas.
Mesianismo
La composición predominantemente popular y regional de Sendero, así como su presencia e influencia local, sirven de sustento y a su vez alimentan una suerte de mesianismo campesinista. Con su propaganda y acciones armadas, Sendero se presenta como fuerza purificadora que aliviará al mundo de sus maldades.
Tal concepción, marcadamente "ruralizada", le otorga a los campesinos con sus acciones militares un potencial redentor de características cuasi religiosas. Hay allí mucho de mágico-religioso que se engarza con la tradición campesina y su cosmovisión. Si a esto sumamos los métodos de reclutamiento y acción que suele emplear, no constituye un atrevimiento atribuirle características "pol-potianas".
Por todo esto, no llama la atención que en su avance y accionar Sendero Luminoso no se plantee refinadas políticas de alianzas con determinadas fuerzas políticas y sociales. Los partidos de derecha, centro e izquierda son, con muy tenues matices, combatidos y enfrentados por igual, tanto en el verbo como en la acción directa. Pero, contradictoriamente, esta conducta -calificable de "sectaria" en el lenguaje político tradicional explica parte de su arraigo en el medio campesino.
Se configura de esta forma un cuadro en el que se presenta una relación ambivalente Sendero / campesinos, mezclándose, el temor y la intimidación con el respeto y veneración religiosa por un grupo que muchos sienten como propio y que ofrece un mensaje redentor con el que se sublima la objetiva situación de miseria y opresión.
es abogado y secretano ejecutivo de la Comisión Andina de Juristas, organización afifiada a la Comisión Internacional de Juristas.
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