Descabezado el movimiento independentista corso en París tras una operación policial

La policía francesa ha asestado un sensible golpe a los independentistas clandestinos corsos con la detención de varios de sus dirigentes, entre ellos el jefe del grupo en París, Jean Claude Gladieux. Los detenidos reivindicaron la autoría de los 15 atentados que el viernes pasado causaron destrozos importantes en París, Marsella, Aix-en-Provence y Alfortville. Una coalición de varios nacionalistas y delincuentes comunes es la responsable de las acciones terroristas en la capital francesa.

Un personaje interrogado por la policía parisiense en relación con asuntos de fabricación de moneda falsa ha sido el cabo que, durante las últimas horas, ha servido a las fuerzas del orden para realizar una redada en los medios nacionalistas corsos. Entre las 14 personas detenidas parecen encontrarse los autores de las explosiones de la semana pasada en la capital.Hace algún tiempo ya se había hablado de la implicación del ilegalizado Frente de Liberación Nacional de Córcega (FLNC) en delitos de falsificación de moneda. La prueba ha sido aportada ahora con el descubrimiento, en París, de un apartamento en el que la policía ha encontrado detonantes, cable eléctrico, documentos del FLNC, material diverso destinado a la fabricación de bombas y dólares falsificados por valor de unos 14 millones de pesetas. Esta operación fue posible gracias a las informaciones de un delincuente que fue detenido el jueves pasado, pocas horas antes de la primera explosión.

Después de este primer golpe, las declaraciones de los detenidos, a lo largo del sábado, permitieron a la policía descubrir dos nuevos escondrijos de armas del FLNC en dos distritos diferentes de la capital. Y, en última instancia, los servicios antiterroristas dieron con el responsable del movimiento separatista corso en París, Jean Claude Gladieux. El mismo confesó su identidad y ser el responsable de la noche azul del viernes de la semana pasada.

La policía cree haber descabezado la organización del FLNC en París. Sólo el tiempo lo dirá, pero el Gobierno ha cambiado de táctica con los nacionalistas corsos y está dispuesto a acentuar la represión.

Desde que los socialistas accedieron al poder han multiplicado sus acciones para apaciguar a los extremistas corsos: liberaron a sus presos; suprimieron el Tribunal de Seguridad del Estado (jurisdicción de excepción que los juzgaba); el ministro del Interior ofreció la posibilidad de entablar contactos y negociaciones a los separatistas y, por fin, el pasado verano, antes que en ninguna otra región francesa, se instaló la asamblea corsa en el marco de la descentralización.